Miércoles 7 de abril. Ojeras, rimel corrido, pintalabios por toda la barbilla, dolor de cabeza...
¿Pero, qué se te pasó por la cabeza? Tu sabias que acaba de salir de algo largo y difícil, que ahora volvía a estar bien, tu sabias que yo me moría por los huesos de ese chico, sabías que me esforzaba por ser feliz a su lado. Dime, ¿Cual es tu excusa? Se suponía que eras mi amiga... ¿Qué se supone que tengo que hacer cuando entro en la fiesta y lo primero que veo es a mi mejor amiga con el chico con el que pretendía ser feliz? El es un cabrón, lo sé, pero el al fin y al cabo ni te conocía y a mí me acavaba de conocer por decirlo de algún modo. Pero, ¿Pero, tu? Tu me conoces de hace cinco años, sabías perfectamente lo que sentía hacia el. No quiero unas disculpas, no quiero remordimientos, no quiero oir lo bien que lo pasasteis... ¿Sabes lo que es estar sentada en un pasillo con el pedo de tu vida llorando como nunca, y escuchando como decias ai no basta, jajaj, no por favor me haces cosquillas..? Patética. A sí me senti.. Recojí lo poco que me quedaba de orgullo y me largué. Hoy cuando te vea no voy a mostrarme enfadada ni contenta siendo falsa, sinceramente aré como si nada, haced y decid lo que queraís porque no sois ni menos ni más que yo. Pero por favor, no explicaciones, no excusas, no malas caras, no detalles sobre lo hecho.No, gracias. Me prometí no volver a sufrir por un chico.
