A por Todas...
¿Por qué he de querer?
Siempre fuiste la sombra de mi enemigo, detrás de todos mis infortunios, y ahora ¿qué?
¿Quieres que olvide? ¡No! tú lo que quieres es darme pena, pero no me la das. Tus pistolas cargadas siempre apuntaban mi cara, y te jodió que nunca te supliqué, que nunca tuviese miedo, que aún con la muerte en tus manos te desprecié.
¿Pretendes que ahora todo cambie?
No sabes lo que dices, mi vida no es tan valiosa como para bajar mi frente ante ti, la muerte sería tu mejor castigo, la mía a tus manos, pero eres cobarde, tanto que sólo aciertas a mearte en los calzoncillos.
Iba a decir pobre bestia humana, pero eso sería tener piedad y lástima y tú no te las mereces.
Para ti yo era una pieza en el puzle, una pieza clave que era insustituible mientras hacia su labor, para después pasar a ser invisible. Vi pronto tu juego, y anulé tus movimientos antes de que pudieras siquiera sospecharlo, ahora estás en mis manos, no eres más que una marioneta que tiembla con el aire, y estás tan muerto como la madera.
Pues ahora, por fin todo ha cambiado, las pistolas están en mi mano, y tu vida también, y a mí no me tiembla el pulso, sólo te pido que no te cagues encima maldito cabrón, aunque tu mierda es mucho mejor que tu aliento, es sincera.
No llores, no sirve de nada, ¡Mírame! ¡¡Qué me mires he dicho!!
Muy bien...
Bangggggg Bangggggg
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Albasilencio
un relato valiente y bravo. los miserables en el fondo, son unos cobardes.
un saludo.
03/04/14 10:04
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Marinera
Muchas gracias,
Es un texto antiguo, pero me apetecía colgarlo
Un saludo
03/04/14 07:04
