Estoy cansada de sentirme como algo más sin importancia alguna.
En algún momento todos llegamos a ser un simple número, ya sea para el estado, para una empresa o para el instituto. Un numero, sólo eso.
Pero incluso puedes llegarte a convertir en ese dichoso número para tu familia también. Al sistema le importa una puta mierda todo lo mal que lo ha pasado ese número para llegar a serlo. Le importa una puta mierda que para serlo hayas tenido que renunciar a lo que te hacía feliz en ese mismo instante para serlo después.
Pero es que incluso, llega un momento que este puto sistema esta tan interiorizado que a tu puta familia le da igual todo lo que hayas hecho para ser ese número, si te falta una mierda de décima, es tu culpa y ya lo tienes absolutamente todo mal porque no has conseguido ser ese numerito. Y todo porque no te esfuerzas lo suficiente, porque no lo das todo, porque simplemente no te importa tanto como dices.
Pero lo que de verdad no importa tanto como se dice, es lo que dicen nuestros padres. Quieren esfuerzo y se lo damos, nos matamos a estudiar durante putos días pero luego no llegas a ese numero tan esperado y, ¿que es lo que pasa entonces? Que realmente no has hecho nada porque no has llegado a su maldito numero esperado. Eso es todo lo que importa, un puto numero de mierda. Que les da igual lo mal que lo hayas tenido que pasar, lo mal que hayas tenido que dormir o todo a lo que hayas tenido que renunciar.
Y yo me niego a que las mates me jodan o me alegren la vida porque si algo debería de hacer eso, debería de ser solo yo. Pero yo como PERSONA no como un maldito número.
