Cada vez tengo mas sueño,
y llegara el día que no quiera
volver a despertar,
y abrazada por mi cálida soledad,
en un mar de sueños navegaré
por toda una eternidad.
Sumergida en un profundo océano,
sin branquias para respirar,
mis pulmones agonizantes
poco a poco se empiezan a inundar,
y con el último recuerdo
de una mala vida pasada
dejare que la marea me arrastre
por los lugares que me quiera mostrar.
Dejando mi cuerpo, mi mente y corazón
como testigo palpable
de esta mi extinción
como ser superior.
Ya cesaron las lágrimas,
las que salaron este mar,
diluyeron mis penas
y enseñaron a mi alma a nadar,
pudiendo así huir de este cuerpo
que sin piedad la hizo torturar.