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Grupo Omega - Parte 11/16

6. Revolución de las masas

-¡bienvenido a Argentina chicos!, soy el Coronel García, o como prefieran mas, “Mayor”.
Saludaron al estilo militar. Marcharon hacia él y se pararon uno junto al otro.
-no hace falta tanta formalidad. Bien, le presentare al equipo:
Blaco-97 es El jefe de este pelotón. Sus habilidades se centran en el sigilo y el espionaje. Sus cualidades son totalmente relacionadas a su forma de trabajo. Versátil y adaptable a las condiciones, capaz de pasar de sigilo a asalto, o viceversa. Su ayudante, Martina Gomez
Rojo-32, William Mc´Allister. Tiene una fuerte experiencia en el manejo de grupos insurrectos y es un tirador excepcional, alias Escocés. Iras guiado por tu ayudante, Francesca Venedutti.
Negro-58, Jhon Miller, de Estados Unidos. Muy capaz en el manejo de maquinaria pesada, apodado “ingeniero”. Estuvo en guerras donde deserto por la crueldad de su escuadrón. Francois Legrenge lo apoya.
Verde-85, Fritz Ferdigün, de Alemania. Lo llaman el cirujano en su patria por su manejo del cuchillo y de las armas blancas con total limpieza, excelente manejo de camiones de asalto. Albert Robertson lo ayuda.
Azul-86, Dahlia Al-Fajad. La mejor tiradora de la franja de gaza. Con índice de acierto del ochenta y nueve por ciento. El resto de las veces, no da en la cabeza. Involucrada en operaciones contra Al Qaeda.
-Pasemos al hangar mayor para ubicarlos. El equipo de apoyo de ayudantes cuenta con conexiones muy seguras hacia los receptores de sus camaradas. Los equipos de protección personal de los agentes de campos están nuevos. Esta operación requiere éxito obligatorio, por lo que no escatimen en balas de salva.
-¿Cuál será el punto de inserción?
-el edificio Ecoplast, a cien metros de allí. Aterrizaran en el helipuerto y bajaran con ayuda de sus cuerdas. Luego el ingreso lo efectuaran por el este de la casa rosada. Desde allí se mueven a sus ubicaciones.
El Jaguar los esperaba, un pequeño helicóptero con capacidad de seis personas, de color amarillo. Su forma no suponía ninguna amenaza para quien viera desde abajo, por lo que era ideal cuando se necesitaba cruzar una ciudad sin llamar demasiado la atención.
En la cima de Ecoplast, bajaron todos con sus armas listas para la acción. Al llegar al acceso este de la casa de gobierno, se sentía el fuego de la gente furiosa gritando y reclamando. Pancartas decían: “¡el gobierno fuera ya!” “Basta de inseguridad”
Uno de ellos gritaba, luego el grupo repudiaba el enfrentamiento de la policía:
-¡estamos hartos de los atropellos de la presidencia! ¡El manejo del tesoro nacional no debe estar en manos de ustedes, cerdos! ¡Vamos a cortarles la cabeza con sus tripas! ¡Basta de promesas vacías e inconclusas! ¡El diablo va a arder toda la casa!
La gente gritaba enardecida, sus ojos exhalaban fuego. Muchos de ellos a cara limpia, sin miedo a darse a reconocer. Las filas de policía golpeaban a los más osados a acercarse a las rejas.
-¡no protejan a esos mentirosos!
Muchos se acercaban rabiosos a golpear los escudos anti disturbios. La rabia transmitida de uno a uno, quizás por la saliva espumosa, movía el suelo como un terremoto de gran magnitud.
-¡de allí no sale nadie con vida!¡¡vamos a desangrarlos con nuestras manos!! ¡Se han aprovechado de nosotros en nombre de la democracia, y nosotros vamos a devolver la violación!
Varios de ellos se colocaron en fila y tiraban bombas molotov, prendidas y cargadas de completo combustible. Algunos, los más ingeniosos, tomaron botellas de platico y las cargaban con un poco de cal, les agregaban agua caliente. Tras taparlas y agitarlas, se convertían en granadas químicas, lanzadas rápidamente, que al reventar bañaban a los escudos en agua muy caliente.
-¡basta de inseguridad! ¡Hoy los colgaremos a ustedes! ¡Mañana ellos van a ser arrasados a cenizas! ¡Nuestro virus se transmite! ¡Y vienen mas infectados en camino!
A garrotazos muchos fueron lanzados al suelo. Grupos de cinco a diez personas arrancaban puertas de los edificios cercanos, incluso, las puertas de autos lujosos, para fabricar un escudo improvisado. El camión de bomberos llego manejado por policías, mojando a la multitud que permanecía inamovible.
Algunos de los que arrancaban puertas, se colocaban frente al chorro de agua para frenarlo de alguna manera. Muchos perros callejeros atacaban a los soldados que acababan de bajar de los camiones a atacar a los protestantes.
Abrieron fuego contra la gente, muchos cayeron sangrando. Los soldados también caían inconscientes por balas de goma. Blanco y negro se mezclaron en medio de la multitud y gritaban.
-¡ahora nos matan para callarnos! ¡Si cortan la cabeza de la hidra, tres cabezas nacerán del corte!
La gente se dio vuelta, para ver a los muertos. Más soldados caían al suelo desvanecidos. Y los que quedaron fueron perseguidos por la multitud.
-¡bestias! ¡Ustedes caerán al suelo por esta fuerza colectiva!¡no nos van a limpiar el cerebro y vendernos la memoria!
Blanco-97 se acerco a la policía, agotada y con quemaduras serias.
-¿¡quien es el capitán a cargo!?
-aquí, soy yo, robot de blanco. Seguro te mandaron a hacérnoslas mas difícil.
-no… ¡vengo a afilar sus convicciones! ¡¿a quién tienen que proteger?! ¡¿Al asesino o a la victima?!.... ¡dejen de proteger a quienes están llenos de plata de la gente como ustedes!, ¡a quienes se parten la espalda trabajando turnos dobles para ganar una miseria para pagar más de la mitad en deudas!, ¡ellos por puesto ganan en un mes lo que ustedes ganan en un año!...
Los policías miraban pensativos al jefe.
-¡el pueblo quemara este lugar hasta que sean brasas ardientes! ¡¿Quieren estar en medio de las llamas?! ¡¡¿O ser las llamas?!!... ¡acaso no ven que las leyes que ustedes defienden son para proteger al gobierno del pueblo!¡nunca al revés!
La multitud había regresado más colérica que nunca, corriendo a toda velocidad empuñando cuchillos. Las filas de policías permanecían firmes, y luego, uno de ellos, el mas débil, dio media vuelta y comenzó a golpear las rejas. Tras esto, los demás uniformados comenzaron a copiar. Los protestantes se sumaron a ellos como un único puño que golpearían fuertemente las rejas de entrada. La gente interna de seguridad se acercaba a disparar. Pero como los primeros eran los policías, solo disparaban a los chalecos blindados.
La puerta principal de madera de la casa se abrió y salieron el presidente junto a sus guardaespaldas corriendo hacia el helicóptero. Cuando estaban a punto de llegar, notaron un camino de combustible que fluía desde el transporte. El presidente regreso corriendo a la casa mientras su guardia moría en el fuego iniciado por una bomba molotov lanzada desde fuera.
Los portones se movían violentamente, el jefe y todos los demás estaban contagiados por la furia de los insurrectos, golpeaban con toda su fuerza la reja hasta que se abrió en dos, cayéndose torcida a un lado.
Entraron corriendo los protestantes, los miembros de ISA corrían delante de todos, liderando la masa. Disparando a los guardias que venían a proteger a los políticos.
La mitad de los atacantes entraron furiosos a la casa de gobierno y tomaron de rehenes a los senadores, diputados, jueces, y todo miembro político que se había guarecido dentro cuando comenzó todo.
La otra mitad persiguió al presidente, quien corría asustado. Verde los intercepto y lo mantuvo inmóvil. Lo entrego a los insurrectos, quienes lo sostuvieron mientras gritaba:
-¡monos idiotas! ¡Ignorantes!... ¡no pueden hacer nada manada de simios trabajadores! ¡Inútiles!¡el mundo confrontara su ataque a la democracia! ¡Rebeldes! ¡Clase baja asquerosa! ¡No me toquen!....
La segunda mitad saco a todos y cada uno de los políticos de dentro, dejando detrás cuerpos sin vida de los guardaespaldas. Mas gente entraba aun al predio, mientras los agentes observaban escondidos desde la terraza del edificio de frente. Los medios de comunicación entraron con sus cámaras, filmando en vivo para todo el mundo.
Uno de ellos se para en la cima de una pequeña fuente de agua vacía y frente a él, y debajo, estaba una fila de personas con un político retenido.
-¡este mensaje va dirigido a todas las personas que viven el día a día pudiendo a penas comer! ¡Estos cerdos están llenos de cobre y comida! ¡Mientras nuestros cuerpos se pudren en el arroyo! ¡Este mensaje va a todo el mundo! ¡Para que los mal llamados representantes de la democracia tiemblen en sus sillones de terciopelo frente a la fuerza masiva!
Diez de ellos se acercaron, colocándose bien a la vista de la cámara.
-¡por los que mueren en las calles mientras ellos toman champagne!
Los diez políticos fueron asesinados y tirados en la fuente, debajo del líder.
-¡por la nula empatía de los dirigentes!
Diez más fueron asesinados y colocados en el mismo sitio. Repitieron hasta matar a los últimos. Cuando se acerco la primera dama, el líder se bajo, desenvainando su cuchillo.
-¡un mensaje a quienes viven colgados de nosotros! ¡A quienes se visten por nuestra cuenta!, ¡y viven en lujosas mansiones, llenándose de hoteles, casas, departamentos! ¡A quienes viajan por nuestra paga al extranjero a gozar la vida mientras niños de las zonas marginales mueren de hambre y frio! -se acerco a la cara de la mujer, que lo veía asqueada -… por su falta de empatía con los demás –clavo su cuchillo en el pecho de la mujer, justo en el corazón - ¡que el infierno arda en sus consciencias tras la muerte! –la deja caer sin vida, al césped.
El presidente, furico, comenzó a gritar:
-¡malditos estúpidos! ¡¿Por qué a ella?!... ¡barbaros!
-lloras por la muerte de tu mujer…Jajaja…-comenzó a reírse a carcajadas. El presidente, cargado en impotencia, grito lleno de ira –
-¡maldito! ¡Desalmado! ¡Ríes con mi perdida!
La carcajada se corto súbitamente. Un profundo silencio se noto inmediatamente. Rápidamente, el líder llevo su cuchillo al cuello, pero sin cortarlo, le grito:
-¡mi hijo murió apuñalado en la escuela por no prestar una tarea! ¡Mi mujer fue violada por un malnacido que la esperaba en la puerta de la casa! ¡Mis padres fueron estafados y golpeados hasta la muerte! ¡No puedo ir a trabajar pensando que mi hijo puede ser asesinado, que al llegar a mi casa encuentre a mi esposa colgada y desnuda!¡o llagar al geriátrico donde mis padres yacen muertos en el suelo, morados por doquier!... no se puede vivir así…
-Jajaja –se burlo cínicamente -¡mientes! ¡A nadie le puede pasar todo eso en un día!
Él lo miro a los ojos. Le hablo calmadamente.
-yo no soy el líder, no soy ahora ese individuo… ¡hablo por toda la comunidad detrás de ti que lo vive día a día!
De un solo corte, perfecto, liso, y mudo, decapito a su víctima.
Lo que continua después es muy poco agradable de relatar, sinceramente. Hasta el momento el asunto se volvía muy violento, y omitiré los detalles innecesarios de la cercenacion de un ser humano. El morbo y el sadismo son causantes de la insensibilidad del hombre. Todo lo que diré es que esa cabeza se convirtió en un símbolo patrio. Un símbolo de libertad, un símbolo de supremacía de la mayoría.
El jefe miro seriamente la imagen desde el balcón. Se quito su máscara de gas, y suspiro. Ya todo el día había terminado, pero sabía que esa noche no podría descansar tranquilo, le asignarían una misión nueva, y de no ser así, el ambiente tenso se infiltraba por los poros de la piel.
Miro su rifle, tratando de distraerse. Dalia se acerco a él.
-Jefe…
-¿Qué sucede, azul-86?
-no sienta culpa de los que paso… me asignaron a una misión donde debía asesinar a un dignatario, también. Cuando complete la tarea, me sentí muy sucia, como si lo hubiera fracasado en realidad… la muerte de una persona es una mancha de por vida en el alma de quien sea, sin importar la religión, la rudeza o la determinación.
-un soldado debe defender a toda la humanidad de cualquier amenaza.
-un soldado debe proteger a la humanidad de sí misma. Pero las amenazas siguen siendo humanas… entonces… ¿cómo vivir con el cargo de consciencia de fallar al asesinar a alguien?
El la miro, seriamente. En silencio, pensó sus palabras, y volvió a mirar por la ventana. Ella lo vio suspirar una vez más.
-es cierto que algún tipo de locura te altera tras matar a alguien... y que nunca es algo necesario… pero es alguna de las cosas inscriptas en las fibras más intimas del hombre… en definitiva también somos animales…
-¿entonces por qué no nos aniquilamos los unos a los otros?
-¿y no es eso lo que pasa?... tanta gente intolerante o estúpidamente acorralada…
Martina interrumpió, escuchándose molesta:
-tienes una misión, despídete de tu amiga y prepárate para una infiltración. Duérmete ya, que va a ser muy temprano.
-¿detalles? –le respondía mientras salía de la sala dejando a Dalia sola –
Mastera17703 de octubre de 2014

1 Comentarios

  • Mastera177

    decimoprimera entrega - 52-56.
    en este entrega la accion domina el ambiente, al igual que las confrontaciones y la rebelion. tan solo tomaros vuestro tiempo de leerlo y disfrutarlo.
    y aparte, algo que me llamo la atencion en lo absoluto, es que la entrega anterior tuvo un total de mas de 30 lecturas, lo cual, como he dicho antes, es un logro inmenso, pero me produce curiosidad, ya que las entregas anteriores mas leidas si acaso llegaban a 15 (lo cual no es un reclamo, para nada), en las primeras entregas.
    si alguien sabe que sucedio, agradeceria que calmara esta inquietud.
    saludos, y un abrazo, Mater A-177

    03/10/14 04:10

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