A las mil ya me fui para mi cama después de casi toda la noche jugando con nuestras manos entrelazándolas, acariciándolas...
Desperté y fui a trabajar, el mientras se quedo durmiendo que suerte tienen los que están de vacaciones, pensé, intente terminar pronto para llegar temprano a mi casa.
Cuando llegue al portal aparque la moto y vi su brazo apoyado en la barandilla, fui a entregar la hoja al trabajo y a hacer la cuenta, una vez termine fui a la frutería de en frente a llevarle un encargo a mi jefa, y esto lo se porque posteriormente hablando de ellos el me lo contó, el me vio ir a la frutería y pensó; donde carajos va esta niña, que venga pronto, mas o menos fueron esas sus palabras.
Ya se notaba la complicidad de nuestras miradas nuestras pequeñas caricias furtivas, ese medio día volvimos a ir a comer donde el día anterior, que buen recuerdo de como Juan le cambio quinientas veces el nombre a los pobres pescaditos, no recuerdo exactamente que hicimos ese día, no miento, ese día fuimos a Ven almádena un pueblo de Málaga muy cercano y de casualidad encontramos un sitio precioso escondido, aunque ahora ya no se si lío los días, las comidas o todo a la vez...
La cuestión es que ese día no paraban las caricias furtivas en el coche cuando no teníamos a nadie alrededor, mi mano ya se apoyaba libremente en su hombro, ya se notaba como el me miraba mas,
ni una muestra de cariño delante de los conocidos, aunque nos delataban nuestras miradas...
Esa noche quedamos con Damián, otro amigo también del Chat, que también bajo ese fin de semana a Málaga y se quedo en casa de una amiga suya. Fuimos a cenar a un restaurante de carnes a la brasa.
Sinceramente lo recuerdo todo pero no el orden exacto de días y acontecimientos, ya han pasado casi tres meses, recuerdo como fue sucediendo pero no el día a día.

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