Los pasos detenidos sobre la lápida blanca.
Anecdotario de un día,
sincronía de divergencias tangenciales.
Ángeles mortales sosteniendo ramos,
amos del silencio sosteniendo corazones
de mármol o flores
ejecutadas al compás de máquinas de coser.
Venid a ver el espectáculo consonante del
lapidario, estupidario de un perpetuo mono
sometido al látigo del cirujano.
Mano que soporta el ramo del incendio.
Venerable musgo sobre la calma interrumpida.
Anida el obstáculo sobre el único día
en que nacen las disonancias del recuerdo.
Humo aferrado a las paredes del crematorio.
En amatorio beso, los amantes cruzan el dintel
del verde jardín bordeado de púrpuras y broza.
Hojas de calendario para envolver las castañas
que acompañan a los muertos.
Suculentos manantiales de ancestrales
recuerdos. Aquí nada es lo que parece.
Nada está en su lugar. La ironía juega a ser
sugerente melodía que acompaña al silencio.
Seamos justos con la vida en su pálpito.
Más allá está demasiado lejos
como para sospechar que nos escuchan.

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2 Comentarios

• 

  Beth

  A mi gusta el día de difuntos, quizá porque mi casa natal está cerca del cementerio y recuerdo de pequeña ver las velas rojas ardiendo toda la noche en difuntos, en honor de los muertos. Me ha parecido un hermoso poema. Gracias

  29/10/12 09:10

• 

  Vocesdelibertad

  vivir es m�s f�cil, cu�nto sirve y transmite un par de �rboles temblando con el viento, movi�ndose con alegr�a� tantos misterios, tantos ecos que disuelven, sentimientos fugados, VIVIR. M�s all� quiz� nos har�n responsables de nuestros pasos. PERO MUERTOS simplemente forzados al silencio.
  
  Es un gusto leer lo que escribes, es un real gusto.
  

  30/10/12 11:10