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Huley



Cada hipócrita utiliza distintos métodos y distintas herramientas para engañar. Todo ello, según sus inconfesadas circunstancias y conveniencias para algunos pocos.
En estos tiempos, el Estado usa picardías modernas. Estas toman diversas formas y así, el Estado pone todo a su disposición.
Así, de esta forma va imponiéndose de manera indiscriminada, controlando más de cerca a sus súbditos haciendo notoria su hegemonía.
Los establecimientos carcelarios vnp han evitado adoptar este método de vigilancia surgido como un fenómeno. Estos buscaron la manera de instaurar la vigilancia de los reclusos a través del uso de los celulares.
El Estado simula, mostrándose como un ente regulador entre los reclusos y la justicia que involuntariamente son despojados de sus derechos y entre ellos el derecho de la privacidad a través de un celular.
El régimen carcelario va tornándose a ser más interesante. Los reclusos son sorprendidos con la noticia de que el uso de celulares es algo legal y contentos festejan como premio la resolución de la corte.
Lamentablemente muchos presos se entregaron por completo a la trampa del Estado. Hay muchos presos que se erigen en propietarios y custodios de su celular y anhelan que otros aplaudan con gusto los discursos mentirosos de un sistema represivo que trae como plan algo perverso. Es lógico que lo que pretende hacer el poder es algo perverso.

El método que intenta instaurar el monopolio estatal, está basado en un sistema de control, vigilancia y castigo.
El Estado está llevando adelante un plan de dominación y vigilancia de los presos a través del uso de telefonía celular para saber con quién y que es lo que hablan.
Asi el sistema punitivo, la hegemonía del poder estatal y los grandes poderosos van creando la peor tiranía, controlando a sus adversarios.

Los celulares en las cárceles, es la estrategia de un plan macabro de escucha e investigación.
¿ Cómo es que no nos dimos cuenta? ¿ Cómo podemos creer que mismo sistema te va a beneficiar? Si es el mismo sistema el que te castiga a diario.
Nunca el sistema benefició al preso. Nunca el preso pudo usar celulares.
El celular no es un beneficio, el celular es una trampa del sistema.

Si la sociedad fue sacudida con medidas de coerción vigilancia y castigo. ¿ Vos te pensas que vas a tener que ser privilegiado estando bajo control y vigilancia?
Está vez el Estado festeja su victoria. Y con el celular a los presos los coloca bajo su ppder, controlando todo movimiento y conversación privada por un puto celular.
Todos festejan … todos festejamos.
La liberación de los celulares en las cárceles no es un beneficio, algo nos quitaron a cambio.
Vamos todos…. Festejemos la azaña del Estado y renunciemos contentos a nuestra privacidad, legalizando las escuchas y el espionaje.
Digamos con orgullo,- los celulares son un triunfo. “ hemos picado el muro”.
“ Hemos vencido al sistema”.

El poder punitivo pensó que el celular era un premio.
El poder judicial se excuso en la pandemia para privarnos de nuestro derecho al vínculo familiar. “ nos cambiaron el uso de celular por la visita”.

Con esto, el servicio penitenciario nos tomó de boludos y nos invadió la privacidad.
Con esto, toda nuestra familia quedó bajo la lupa.
¡ Vamos a festejar!. Que nuestra intimidad ahora es un derecho legal del Estado

Antes en visita podíamos hablar con nuestras familias y nadie nos escuchaba. Ahora con la legalización de los celulares le dimos al Estado el poder de saber que hablamos.

¡ Vamos a festejemos! La entrega voluntaria de nuestra intimidad conyugal.
La libertad a la intimidad, para que sea intimidad ha de ser lo que nosotros queremos, no la que un sistema nos intenta imponer.
¡ Festejemos con alegría! Que tenemos celulares.
Lamentablemente, mientras creemos que el celular es un beneficio el servicio penitenciario festeja el triunfo de su hegemonía del poder y control.

Foucault tenía razón al decir: “ el Estado creó las cárceles para vigilar y castigar”.
Yo en mi reflexión digo: “el poder judicial liberó los celulares para vigilar y dominar”.
Seria importante que los fementidos jueces de la libertad ajena se ocuparán más de la suya. Pero mientras haya gente como vos. Obsecuentes del servicio, chupamedia de los jueces, que se contentan con el uso de celular libre, dejando la búsqueda de la libertad, ellos van a triunfar.
Dale, andá, sé el primero Ben golpearle la puerta al jefe de penal y decirle: “vengo a poner mi número a su disposición”.
Grita contento por los paso ductos que el celular es un derecho y que el castigo llegó a su fin.
Lamentablemente, a veces creemos en el engaño del poder, nos convencieron con la habitación de los celulares y nos dejaron abandonados sin justicia y sin visita. Y nos hemos quedado con las promesas incumplidas, por que el discurso del juez es bueno y sus palabras son demasiado sospechosas e interesante que las creemos sincera.
Lamentablemente, hemos caído en una trampa. Hemos quedado conformes sin visitas, en la cárcel y en manos de los servicios de inteligencia, vigilados y controlados por un maldito celular.
Caíste, cai, caímos.
El Estado nos jodió bien jodido.
¡ Festejemos todos juntos!
Que las escuchas clandestinas en los penales ahora son legales. Que la violación na nuestra intimidad y privacidad, hoy tiene contrato de legitimación. Que hemos cambiado el uso de telefonía celular por el cumplimiento efectivo de nuestra condena.

¡ Festejemos sin descanso.!
El plan genocida del Estado, la externalización silenciosa en complicidad con los jueces.
¡ Festejemos con gusto!
L huerfandad de nuestros hijos y la viudez de nuestras esposas.
Sigamos alimentando el monstruo carcelario y los tratos inhumanos con penas inconstitucionales.
Digamos a una sola voz: “hemos cambiado la historia”.
Propaguemos la cárcel pueblo de los jueces arquitectos.
Permitámosle al poder la receta de las escuchas y el seguimiento estatal.
¡ Cantemos como el Pity Álvarez!
Somos presos modernos, con celulares y tablets, y comunicados a través de watshap.
Entreguémonos a la burla y a la desestimación a cargo del sistema, a sus canciones y mortificaciones.
Para vigilar hay que ceder, el celular y así de esta forma los podemos tener, a los presos bajo el poder.
Lamentablemente el habilitar el uso de celulares en las cárceles no se hizo con intención de beneficiar a los presos, sino que es un método perverso para controlar y escuchar sus conversaciones.
El sistema busca controlar a los enemigos declarados antisistema, a las personas que creen que las características son un campo de concentración.
El sistema busca dominar a los que son fines al sistema y alimentar la Burocracia judicial que pregona contentos: que las cárceles son un centro de rehabilitación y que vivir en ellas está “cheto mal”,.
El sistema busca que creamos en las palabras de los jueces que se profesan garantistas e intentan convencer a la sociedad que son buenos.
El sistema te da el celular para que contento en el Facebook, pongas tus fotos para alimentar el odio de tu damnificado.
Mostrate sonriente en las fotos que te sacas en la celda decorada para ella.
Todavía no entendiste nada como preso. Vos estás contento porque podés usar celular y el servicio penitenciario se contenta por tus discusiones por teléfono y la rotura de tus lazos familiares.
Es lógico decir: “ el celular es una herramienta importante en la cárcel”. Pero su habilitación fue una estrategia del sistema para captar a los revolucionarios y sodomizando al preso.
El Estado se excusó con la pandemia para implementar medidas de coerción más estrictas, impartiendo miedo con las fuerzas de seguridad en las calles.
La sociedad Argentina ha vuelto a caer en manos de políticas procedentes de la dictadura. La cuarentena obligatoria tuvo como fin reducir al mínimo el movimiento de la población para instaurar Políticas de vigilancia a través de más cámaras y efectivos militares.
El covid19 reavivó la perversidad del poder para legitimar la cultura represiva a través del control de vigilancia y dominación.
Las cárceles siempre fueron depósitos de personas que el mismo Estado discrimino sin dar repuesta a una problemática que tiene como antecedente más de doscientos años.
Miles de presos firmaron voluntariamente la legitimación de la sentencia eterna de estas bajo la lupa investigativa del Estado. En las cárceles el sistema canjeo el uso de celulares por la privación de los derechos reconocidos en las leyes de ejecución y condenó al preso a vivir en los claustros de por vida.
Niumberproducciones03 de diciembre de 2020

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