Todos los males llevan mi nombre,
Me gusta atribuirme las caídas más solemnes.
Prefiero el bajo barro a que me observen en los prados
Por llevar esta piel negra de carbón.
Amo la sensación de desencanto
Cuando oscurezco mis nubes a propósito.
No me cuentes cuentos de esperanza
No me sonrías con esos dientes blancos
El destino del monstruo es ese castillo tenebroso
Que mueve el motor de la leyenda.