Él ya no recuerda como se conocieron.
Ella vuelve a ese día con diferentes colores.
Él le dijo: "stalkeame y me vas a conocer mejor".
Ella le tiró con un pote de talco para pies y le dijo: "pa que huelas bien".
Él twiteó con el hashtag "mepegaron".
Ella supo que no tenía sentido del humor.
Él no entendía de metáforas.
Ella no entendía de tecnología.
Él le sacaba fotos a la comida y las subía a instagram.
Ella comía hamburguesas en tiempo record.
Él se sacaba una selfie cada 15 minutos.
Ella no necesitaba de una foto para saber en que lugar había estado.
Él la conversaba con la mirada puesta en la pantallita.
Ella disfrutaba del momento juntos, mirándolo a los ojos, aunque no fuera recíproco.
Él usaba mucho el corrector del móvil.
Ella leía muchos libros.
Él solo debía seguir las ordenes del gps para llegar a donde quisiera.
Ella no pudo hacerle entender el camino que realizaba su estrella favorita por las noches.
Él se enteraba de los cumpleaños por facebook y los saludaba con un simple:"Feliz cumple!".
Ella tardaba en saludar, pero en persona y con un abrazo.
Él retocaba muchas de sus fotos.
Ella le dejaba marca de besos en la cara.
Él esquivaba todo lo que fuera llamado poesía.
Ella evitaba los emoticones al escribir.
Él buscaba los lugares con wifi.
Ella procuraba acercarse a personas que sonreían.
Él miraba tutoriales de pasos de bailes complicados.
Ella bailaba siempre por las calles como si nadie la mirara.
Él se enojaba cuando se quedaba sin batería.
Ella terminó aceptando que estaba perdiendo el tiempo, gastando energías y sentimientos con alguien ausente.
Él se fue transportando a una dimensión de números binarios del que jamás regresó.
Ella se perdió en un sueño del que no quería despertar.
Él quiso resetear esta historia.
Ella escribió en el viento un "continuará".
