A veces la tragedia nos marca, simplemente la vida es injusta y te golpea sin razón, ¿Qué más dan los versos que no riman? ¿Qué importa que nada sea perfecto como lo soñamos?, en esos momentos es cuando a veces sólo queda caminar, apretar los dientes y ni tan siquiera mirarnos en el espejo porque nuestra imagen está distorsionada por el dolor.

Envidio a los que son felices y me torturo pensando cuando me tocará a mí, buscando una respuesta, ansiando una salida a una rutina en la que encerrado me vi, forzando sonrisas para ocultar lágrimas secretas que nadie sospecha o tal vez no quieran ver.

Cuando a veces sólo queda caminar, cualquier apoyo es bienvenido, y es mejor escuchar al corazón que nos dice que confiemos en nosotros mismos, olvidándonos de lo que dice nuestra mente turbada por las situaciones que no maneja, pensamientos que nos cuentan verdades a medias.

En una prisión de soledad hasta el mar infinito o el campo más extenso se queda pequeño, sobre todo si la prisión la construimos nosotros llena de pesimismo.

Por eso voy a caminar, dando pasos sin mirar ese espejo, escuchando al corazón, disfrutando las victorias, intentando saltar las derrotas para no sumarlas y convertirlas en avalanchas negativas, cuando a veces sólo queda caminar, lo mejor es llenar el alma de brillos pequeños, porque no sé si el tiempo lo cura todo pero desde luego correr hacia ningún lado solo hiere más.

Así que cuando a veces solo me quede caminar como ahora, volveré a confiar en mí.

Seguir AutorRecomendar Texto Agregar a Favoritos

2 Comentarios

• 

  Superandoloimposible

  Creo que la actitud que tu tienes la deberíamos de tener todos. Ojalá fuera así. Un texto estupendo, un beso.

  05/12/14 03:12

• 

  Rasek

  muchas gracias, no sé si deberíamos de tenerla todos pero sí deberíamos tomar decisiones con la cabeza fría, no con la mente afectada y con un concepto de nosotros mismos penoso. Eso solo lleva a más desastres... muchas gracias de nuevo
  

  11/12/14 09:12