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Persiguiendo la Verdad: Parte 5

El encuentro con Dani fue algo incómodo. Él se comportaba como si fuéramos desconocidos y yo quería que todo siguiera igual entre nosotros. Escondidos entre arbustos esperábamos pacientemente
- No entiendo ¿qué estamos esperando?
- Shh, una oportunidad- dijo entre susurros
- Ya tuvimos una oportunidad, pero descartaste mi idea
- Entiende que hay muchas cámaras como para pasar caminando
- Entonces como entraremos
- ¿Recuerdas que hay una ciudadela allá arriba?
- Si
- Deben conseguir su alimento de la ciudad, ya pasará un camión y nos filtraremos dentro para pasar desapercibidos
Dani volvió a ser el mismo, sus ojos brillaban nuevamente ante una situación de riesgo, igual que en el tren.
- ¿Y por qué no simplemente les mostramos las cartas?
- Estoy casi seguro que tienen la orden de no dejar pasar a nadie hasta la llegada del rey
- Si es así, ¿por qué dejarían entrar los alimentos?
- ¡Maldición!, debimos venir más temprano, seguro ya pasaron los camiones
De pronto me acordé de la frase de Eric, él dijo que debía estar a primera hora en el castillo; era hora de cambiar y ser sincera desde el principio
- Dani tengo que decirte algo
- Por favor no Grace, la última vez que dijiste eso las cosas no salieron bien
Ambos nos sonreímos al darnos cuenta lo gracioso que había sonado su respuesta. De pronto oímos el motor de un camión acercándose. Dani sujetó mi mano y se puso en una posición atenta, el camión se paró ante las rejas cerradas; en seguida aprovechamos para escabullirnos dentro del camión que transportaba verduras; una vez adentro oímos la conversación del guardia y el conductor
- Las órdenes fueron claras señor
- Losé, lo lamento, el encargado de acomodarlas se atrasó demasiado
- Espere aquí, consultaré con mi superior
Desde adentro Dani y yo rezábamos por un milagro.
- Está bien, puede ingresar, pero que no se repita
- Por supuesto oficial, muchas gracias
Suspiramos aliviados mientras esperábamos el ascenso hacia el castillo real. Nos bajamos antes que el camión se desviara hacia la ciudad; en la entrada nos topamos con las puertas cerradas, Dani las abrió cuidadosamente, nos dirigíamos hacia el patio descubierto cuando cuatro uniformados nos detuvieron poniéndose en frente de nosotros repentinamente; detrás de ellos distinguimos la figura del guardia corpulento de traje acercándose, nos miró y sonrió
- ¡Descansen!- dijo dirigiéndose a los uniformados quienes adoptaron otra posición
- Daniel Fleder y Grace Leconi, les dije que no me gustan las bromas muchachos
Me asombró la memoria de aquel hombre ya que solo había visto nuestros documentos una sola vez. En seguida Dani se puso serio y le respondió
- Y nosotros no estamos bromeando señor
- ¡Capitán y guardia real de la familia Pierre!
Decidí intervenir para dirigirme a Dani. Saqué la carta de mi bolsillo y la puse en sus manos
- Ve Dani, y salva a tu madre, ya no te perjudicaré
Luego me dirigí al capitán
- Le entregué la prueba y yo ya debo retirarme…- de pronto Dani sujetó mi mano y me dijo
- Acompáñame Grace, también tienes derecho de conocer a tu padre
En seguida el capitán nos miró confundido, Dani se dirigió a él entregándole la carta
- Somos hijos del rey Alberto II, y aquí está la prueba
Rápidamente recibió la carta, la abrió y pareció reconocer la carta, luego dió la orden
- ¡Revísenlos!
Así lo hicieron y luego fuimos escoltados al gran edificio al que antes quisimos ingresar; pasamos por las grandes puertas de vidrio hasta llegar a una sala bastante lujosa con sillones con detalles dorados; una señora bien vestida se encontraba de pie cerca a los sillones. El capitán se dirigió a nosotros diciendo
- Escuchen muchachos, si compruebo que esta carta no es más que una broma, les juro que los mandaré a un reformatorio
- Puede estar seguro que no es una broma capitán- respondió Dani.
Él se dirigió a la señora, le susurró algo y luego le entregó la carta. Ella nos miró seriamente y se fue por un pasillo extenso y largo.
Dani y yo nos dirigimos a los sillones para sentarnos pero en seguida el capitán irrumpió
- Es mejor si se quedan donde están, esos sillones son para invitados
Dani enfurecido susurró entre dientes.
- Somos personas, no animales
Mientras yo me moría de los nervios, Dani veía atento a su alrededor impacientemente. Después de unos minutos la señora apareció pero sin la carta, nos miró y dijo
- Por favor jóvenes síganme
Al retirarnos Dani miró fijamente al capitán con una semi sonrisa en su rostro, por su parte el capitán parecía furioso. Golpeé con mi codo el brazo de Dani susurrándole
- ¡Basta!
Nos dirigimos hasta toparnos con una gran puerta de madera, la señora tocó y una voz proveniente del interior contestó
- Adelante
Ella entró y dijo
- Los jóvenes esperan su alteza
- Hágalos pasar por favor
Ingresamos y lo primero que notamos fue una elegante alfombra roja, al alzar la mirada noté que había alguien más sentado frente al rey; Dani por supuesto no supo quién era y dirigiéndose al rey saludó seriamente
- Buenos días su alteza
A lo que yo le seguí
- Buenos días su alteza
El joven sentado se paró y viró elegantemente, Dani sorprendido dijo
- ¿Eric?
- Daniel, Grace; ¿qué están haciendo aquí?- dijo confundido
- Por favor jóvenes tomen asiento- dijo el rey sentado frente a un gran escritorio.
Así lo hicimos mientras la confusión reinaba en el cuarto, yo era la única que había visto venir aquel encuentro.
El rey Alberto II era un hombre alto, de piel blanca, cabellos rizados negros y ojos plomos, su barba crecida lo hacía ver aún mayo, vestía un elegante traje azul marino y en su saco estaban algunos broches de oro; nos miró y continuó
- Tengo entendido que todos están aquí por la misma razón.
Eric me miró confundido pero yo permanecí seria y no lo miré. Ninguno de nosotros respondió, parecía que el porte de un rey y su potente voz nos había absorbido en un enmudecimiento total.
- Me gustaría saber a quién pertenece esta carta
- A mí- dije tímidamente
- ¿Y tú eres?
- Mi nombre es Grace Leconi y vengo de Bello monte
- Respóndeme algo Grace, ¿es ésta la única carta que posees?
- No, aquí tengo más- dije sacando las demás de mi bolsillo.
El rey las tomó, las dejó a un lado y dijo.
- Todas son auténticas Grace
- Su alteza la razón por la que estoy aquí es principalmente para ayudar a mi amigo Daniel, si ser su hija perjudica a mi amigo yo puedo retirarme…
El rey hizo un gesto con su mano, como si dijera: cálmate, por lo que yo me callé.
- Ya ordené la prueba de paternidad, por lo cual después se dirigirán al área de salud, pero antes deseo platicar con Eric y con Daniel; en cuanto a ti Grace, charlaremos luego, así que por favor la señora Navil te guiará.
Presionó un botón y la señora que nos había guiado hasta allí apareció en la puerta diciendo
- Diga su alteza
- Señora Navil por favor lleve a la señorita al área de salud para la toma de muestra y luego al jardín privado
- Sí su alteza. Por aquí señorita
Miré a Dani antes de irme y luego a Eric, para luego seguir a la señora Navil. Me guió hasta un lugar con paredes blancas y a través de una puerta sencilla con una cruz roja en la entrada, una vez adentro la enfermera extrajo una muestra de mi mejilla interior con un hisopo. Luego nos dirigimos por pasillos más sencillos hasta llegar a una especie de jardín privado, era más pequeño que el de la entrada pero era muy hermoso, los tulipanes me trajeron el recuerdo de mi madre.
- Aguarde aquí señorita, su alteza no tarda en venir. Póngase cómoda.
- Gracias
Sentada en un banco me pregunté qué era lo que estaría sucediendo con Eric y Dani; y del por qué el rey quería charlar a solas conmigo, seguramente me contaría cómo se conocieron mi madre y él y un abrazo de padre e hija seguiría a eso, pensé. Estaba nerviosa por lo que pudiera suceder, aunque me habían hecho la prueba de ADN yo sabía que él era mi padre.
Después de unos 15 minutos aproximadamente, escuché la pequeña reja abrirse, era el rey Alberto y traía las cartas en manos.
- Espero no haberte hecho esperar mucho
- No, no se preocupe
Se sentó al lado mío y con una leve sonrisa y entregándome las cartas me dijo
- No debes preocuparte Grace, ayudaré a tu amigo Daniel
- Gracias
- Estas cartas les permitieron ingresar, tienen suerte
- Hay algo que debe saber…mi madre Tamara falleció
En cuanto lo dije no aguanté el llanto, el adormecimiento del dolor por la muerte de mamá desaparecía. El rey me abrazó delicadamente y dijo suavemente
- Lo siento mucho Grace
Me entregó un pañuelo para secar mis lágrimas y cuando me calmé me miró fijamente y me dijo
- No es mi letra Grace
- ¿Qué?
Quedé totalmente atónita y no podía creer lo que escuchaba
- Las cartas son auténticas pero yo no las escribí
- Pero, pero…ahí dice…
- Al igual que Eric y Daniel mandé hacerte la prueba de ADN, pero por protocolo
- No entiendo, ¿entonces de quién son?, ¿quién las escribió?
- Antes de decírtelo primero debo confirmar mis sospechas. Mandaré a la señora Navil para hacerte saber cuando lo tenga confirmado ¿está bien?
- Está bien
- Sígueme Grace, debo hablar con los tres.
Aún atónita lo seguí. En una sala cercana estaban sentados Eric y Daniel, a un costado la señora Navil aguardaba parada; el rey me indicó que me sentara para luego decir
- Debo hacerles saber que este asunto es bastante delicado, la prensa no debe enterarse y los rumores no deben dañar a mi familia, por lo cual no puedo dejar que se marchen por el momento, hasta que las pruebas confirmen o nieguen sus suposiciones. Debido a mi falta de tiempo debo pedirles que permanezcan en el castillo hasta el día de mañana por la mañana, que es cuando los resultados me serán entregados. La señora Navil se encargará de ustedes y se les proveerá de lo necesario para su cómoda estadía.
Eric parándose repentinamente dijo
- Disculpe la interrupción pero, mi hermano Austin se encuentra en la ciudad y no lo puedo dejar solo, ya que él espera mi regreso
- Mandaré a traer a tu hermano. Señora Navil por favor informe al chofer de la orden y tome los datos del joven Eric por favor.
- Claro su alteza
Eric se dirigió al rey
- Muchas gracias su alteza
El rey solo hizo un gesto de aceptación bajando la cabeza para luego despedirse
- Hasta mañana jóvenes
Luego se retiró apresuradamente. La señora Navil nos miró y dijo
- Por favor jóvenes, síganme
Todos nos levantamos y Eric habló
- Las damas primero
Me quedé algo confundida ya que sentía que volvía a ser alguien muy formal. Dani por su parte sonrió y entrelazando su brazo con el mío dijo
- Vamos Grace
Moví la cabeza en señal de negación y sonriendo me dirigí a Dani.
- ¿Qué les dijo el rey?
- Es un secreto real. Por cierto, cuando me dijiste que “tenías algo que decirme”, ¿te referías a Eric?
- Sí
Notamos que después de otro lujoso pasillo se abría ante nosotros una nueva habitación, un comedor de seis sillas estaban ubicadas a un costado con tres grandes floreros en el centro y en el otro costado unas anchas gradas que hacían una ligera curva, las barandas de madera y adornos complejos en metal negro lo hacían ver aún más imponente; un gran candelabro de cristal iluminaba toda la habitación.
Mientras subíamos las gradas la señora Navil nos daba las instrucciones
- Es importante que antes de dirigirse a cualquier otro lugar primero consulten conmigo, no todas las habitaciones están disponibles, además es recomendable que no se dirijan a los jardines exteriores, la prensa podría aprovechar y asediarlos. Aquí las paredes tienen oídos.
Terminando de subir las gradas el tamaño del pasillo se redujo y las pequeñas mesas junto a coloridos cuadros hacían de él un lugar acogedor. Las esquinas superiores de las paredes estaban adornadas con sobresalientes de un color café brillante. Llegamos a la primera puerta y la señora Navil habló
- Éste será el cuarto de la señorita
- ¡Vaya Grace! qué suerte tienes- dijo Dani admirando el cuarto.
La señora Navil continuó
- Póngase cómoda por favor. Caballeros síganme.
Al entrar al cuarto me quedé boquiabierta y por un momento pensé: Es impresionante lo que este viaje me ha permitido conocer, luego di un suspiro.
El cuarto tenía una temática dorada y café, un candelabro de cristal se situaba en el medio de la habitación, una cómoda de madera estaba al lado de una gran ventana, la cual estaba adornada con una pesada cortina de tela de raso en color crema y detalles cafés; un espejo con un marco dorado estaba justo arriba de un pequeño escritorio de madera brillante y bajo éste estaba una elegante silla roja dando un toque de color a todo el dormitorio; un taburete marrón a la entrada, dos grandes lámparas y jarrones de porcelana pintados eran los complementos perfectos para un suelo totalmente alfombrado e impecable; finalmente una mesa de noche de detalles dorados con un florero de rosas rojas frescas estaba al lado de una confortable cama de dos plazas, la cual con una cubrecama a rayas doradas y grandes almohadas blancas, te invitaban a dormir toda la noche e incluso parte del día.
Mi asombro fue interrumpido por la señora Navil que desde la puerta me habló
- Debo retirarme, pero enviaré a alguien por si necesitan algo. Que tenga una buena estadía señorita.
- Gracias
De pronto oí la risa de Dani en el cuarto siguiente y decidí i r a ver qué estaba sucediendo. Dani estaba en el cuarto siguiente al mío, estaba tumbado en la cama y poniéndose cómodo sonreía; su cuarto era similar al mío excepto por algunos detalles. Al verme se sentó en su cama
- Pasa hermana- dijo en tono burlesco
- Cállate Dani- le dije sentándome a su lado
- ¿Qué acaso no somos hermanos?
Dando un suspiro le contesté
- No losé
- ¿Qué quieres decir con eso?
- Dani las cartas son auténticas pero no las escribió el rey Alberto
Dani frunció el ceño y no respondió. Eric tocó la puerta suavemente aunque ésta estaba abierta, nos miró y dijo
- Disculpen la interrupción, Grace ¿podemos hablar?
Nerviosamente le contesté
- Sí claro
Me levanté y al ver a Dani noté que ya no le molestaba la presencia de Eric, tal vez debido a la noticia de su posible parentesco familiar. Seguí a Eric hasta un par de sillas ubicadas en el pasillo; Eric parecía nervioso
- ¿Por qué no me dijiste Grace?
- No sabía que eras hijo del rey Alberto, hasta que me lo comentaste ayer
- Te llamé y no contestaste
- Lo siento
- Aun así no entiendo, por qué simplemente huiste
- Yo…tenía miedo, estaba muy sorprendida…
- Yo también estoy sorprendido ahora, de pronto tengo dos hermanos más
- Aún no sé si soy hija del rey
-Todos lo sabremos mañana
- Eric, creo que es mejor que olvidemos todo lo que pasó y mañana después que nos enteremos, cada uno siga su camino.
De pronto escuchamos unos pasos acercándose y una joven uniformada apareció y acercándose a nosotros nos dijo
- Buenos días jóvenes, mi nombre es Jaqueline y estoy aquí para servirlos y asegurarme de su buena estadía
Eric se paró de inmediato y extendiendo su mano se presentó
- Yo soy Eric Coste, mucho gusto
Su reacción me enfureció, acababa de decirle que olvidáramos todo y de pronto ya no existía para él. Me paré y aclarando mi garganta me presenté secamente
- Yo soy Grace
Ella me miró y dijo
- Mucho gusto señorita. Señor Coste debo informarle que su hermano está en camino, no tardará en llegar
- Entonces será mejor que vaya a recibirlo
En eso apareció Dani diciendo
- ¿De qué me estoy perdiendo?
Al ver a la joven dirigió toda su atención en ella
- Me llamo Daniel Fleder y usted ¿quién es?
- Buenos días señor Fleder, soy Jaqueline y estoy a cargo de su cómoda estadía
- Llámame Daniel. Por cierto tienes unos hermosos ojos azules
- Gracias
Hace sólo unas horas ambos discutían por mí y ahora era totalmente invisible a su vista; un ataque de celos recorrió mi cuerpo. Jaqueline se dirigió hacia Eric
- Por favor sígame señor Coste, lo guiaré con su hermano
- Gracias Jaqueline
Ambos se fueron y Dani se quedó mirando a Jaqueline, mientras yo lo miraba enojada; volteó a mirarme y se dio cuenta de mi enojo
- ¡Qué!, siempre es bueno hacer amigos
- ¿Y también es bueno abandonar a los que ya tenías?- dije dirigiéndome a mi cuarto. Dani me siguió
- Grace, tú no eres mi amiga, eres mi hermana
- Ya te dije que es posible que no lo sea
- De todas formas para mí siempre lo serás
Lo miré y lo abracé; había ganado un hermano, no de sangre sino de cariño.
- Gracias Dani
- ¿Por qué?
- Por todo
- No nos pongamos sentimentales Grace
- Ja ja ja
- Te apuesto que la comida es de primera y también debe haber una gran piscina
- No podemos ir, la señora Navil dijo que primero habláramos con ella
- Rompamos las reglas
Me sujetó de la mano y ya se disponía a arrastrarme a otra de sus travesuras, pero Austin y Eric aparecieron en la puerta, de modo que paramos repentinamente. Eric al ver sujetadas nuestras manos se puso serio repentinamente, pero Austin al mirarme me saludó eufóricamente
- ¡Grace!- dijo sonriente
- Hola Austin
- Daniel, ¿tú también aquí?
- ¿Qué tal Austin?- respondió Dani
- No entiendo, ¿qué hacen ustedes aquí?
- Te lo explicaremos luego- le dije
De pronto Jaqueline intervino
- Disculpen la interrupción, pero el joven Austin dormirá más adelante
- ¿Se refiere a la habitación de la derecha de las gradas?- dijo Austin frunciendo el ceño
- Así es
- No dormiré ahí, está muy lejos de los demás
- Por favor Austin, respeta la decisión de la señorita- dijo interviniendo su hermano.
A lo que Austin se resignó siguiendo a Jaqueline hasta su dormitorio.
Un silencio incómodo se presentó entre los tres que quedábamos, a lo que Dani decidió romper aquel silencio
- Nosé ustedes pero yo tengo hambre, ¿les parece si vamos a desayunar?
A lo que Eric respondió secamente
- No podemos abusar de los servicios que el rey nos está otorgando
Dani no respondió y Eric se mantenía serio; era impresionante la forma en que los roles cambiaban, Eric era ahora el que no soportaba la presencia de Dani. Jaqueline se acercó junto a Austin y dijo
- Por favor jóvenes síganme, el desayuno ya se encuentra listo
Dani se adelantó y quedamos Eric, Austin y yo. Mientras bajábamos aquellas grandes gradas Dani hacía lo suyo.
- Dime Jaqueline, ¿te quedarás a desayunar con nosotros?
- No señor Fleder, yo estaré ahí por si me necesitan
- Y te dije llámame Daniel, o Dani, como me dice Grace.
- No debo señor Fleder
- Ya te convenceré… ¿a qué lugar sí podemos ir?
- En realidad a casi todos, pero deben ser jardines interiores; si tienen dudas me consultan.
- ¿Hay alguna piscina interior?
Eric intervino
- Disculpa la interrupción Daniel, pero me parece que estás siendo impertinente
- Te perdono Eric, pero la charla es con la señorita
Para el alivio de todos Jaqueline intervino
- No se preocupe señor Coste no es molestia, puede ingresar a cualquier lugar admitido. Señor Fleder la piscina interior se encuentra en el lado este, cuando gusten se los enseñaré
- Daniel, mi nombre es Daniel. ¿A la piscina si nos acompañarás verdad?; puedo enseñarte algunos trucos de natación.
- Lo siento señor Fleder, no me está permitido, es sólo para los invitados
- Daniel- dijo Dani con tono insistente
Cuando llegamos finalmente al comedor principal todos quedamos sorprendidos al observar el tamaño de la mesa y toda la superficie cubierta de comida; repostería de todos los colores y tamaños, frutas de toda clase, jugos ya preparados, pan recién horneado, aderezos y mermeladas que ni conocía, huevo y tocino cocinado de todas las formas existentes.
Nos sentamos en aquellas cómodas sillas rojas y sentía que estábamos muy distantes uno del otro, nos trajeron tazas de porcelana decorados, y se nos sirvió inmediatamente lo que pidiéramos. El desayuno estuvo algo callado hasta que Austin quiso saber todos los detalles del por qué Dani y yo estábamos ahí.
Acabado el desayuno Jaqueline nos guió hasta la piscina, el cual era un lugar muy hermoso y relajante, delimitando el lugar solo había una verde vegetación, palmeras alrededor y el agua de la piscina resplandecía con el sol, a un costado había un bar de madera con una pequeña heladera y todo lo necesario para pasar una tarde refrescante.
Debido al desayuno solo acertamos a descansar en aquellas sillas reclinables, en seguida Jaqueline apareció con toallas, trajes de baño, bloqueador y otros complementos. Mientras todos descansábamos Austin nos entretenía con sus méritos y su sueño de ser campeón de natación, de vez en cuando Dani intervenía para bromear y todos reíamos juntos, incluso Jaqueline reía con nosotros.
La hora pasó rápido y estábamos activos otra vez, Austin y Eric hablaban cerca de la piscina, mientras Dani y yo explorábamos el bar
- ¿Gustas?
- Ni siquiera sé qué es eso
- Por favor Grace, aquí nadie es santo- dijo abriendo aquella botella de vidrio con un contenido transparente
- Dani eso no hay en Bello monte
- ¿Dices que no hay vodka allá?
- Claro que no, solo consumimos champaña en ocasiones especiales
De pronto sus ojos brillaron y yo ya conocía esa mirada que anunciaba una próxima travesura.
- Entonces deberás realizar el rito de iniciación
- Dani ni se te ocurra hacerme alguna travesura
Él sirvió un poco del contenido en la tapa diciendo
- Hasta el fondo Grace
- Dani ¿no podrías haberlo puesto en un vaso?
- Es el rito de iniciación Grace
Me pareció ridícula la cantidad pero de todas formas decidí complacer a Dani, no podía ser peor que la champaña. Mientras me lo tomaba Dani me observaba detenidamente; de pronto un sabor amargo recorrió mi lengua hasta llegar a mi garganta donde sentí que aquel líquido quemaba mi interior en su recorrido. Dani reía a carcajadas por mi expresión y yo solo tosía. Eric apareció y al verme y a la botella se dirigió a Dani
- ¡¿Qué sucede contigo?! ¡Podría ahogarse!
Luego puso su mano en mi espalda mientras preocupadamente me decía
- Grace ¿estás bien?
- Estoy bien Eric, solo no estoy acostumbrada
Dani que aún contenía la risa me dijo
- Grace lo siento, pero debiste ver tu expresión
Eric me alcanzó un vaso de agua, y Dani cerrando la botella dijo
- No más vodka para ti
Se me pasó por la mente que seguramente Jaqueline sabía tomar vodka y que se estaría riendo de mí, por lo cual contesté
- ¿Quién dijo que ya no tomaría?
Ambos me miraron sorprendidos y Eric reaccionó
- Pero Grace, no estás acostumbrada
- Bueno, algún día debo iniciar ¿no?
Dani sonriente me abrazó diciendo
- ¡Esa es mi chica de Bello monte!
Eric al ver esto se retiró sin decir más nada
- Ve a descansar que yo llevaré las bebidas
En eso apareció Jaqueline
- ¿Puedo ayudarlos en algo jóvenes?
- Así que además de ser hermosa ¿eres barman?
- No pero puedo enviar alguien que lo sea
- No será necesario, ven, te enseñaré a preparar lo básico
- No quiero estorbarlo señor Fleder
- Me estorbarás si no me dices Daniel
Ella sonrió y se acercó. Yo aclaré mi garganta y me dispuse a retirarme
- Los dejaré solos- dije alejándome
- ¡Señorita Leconi!
- ¿Sí?
- Si desea usted cambiarse, dejé su traje de baño en el armario del frente. Si desea puedo guiarla
- No gracias- dije retirándome
Pasé al lado de Eric y Austin quienes discutían porque Austin deseaba entrar a la piscina, pero su hermano insistía en esperar al almuerzo. Al entrar al armario noté que habían tres trajes de baño, un biquini, de una pieza y otro más discreto; me dicidí por la de una pieza y al salir me acerqué a los muchachos para tomar asiento; Eric me miraba como si me estuviera viendo por primera vez y sus ojos plomos volvieron a hacer contacto con los míos como la primera vez, por lo que nerviosamente me senté. Austin me miró y sonrió diciendo
- No debiste cambiarte Grace, Eric dijo que aún no nadaremos. Yo también me vestí para entrar
- Entonces es hora de romper las reglas- dije tomándolo de su antebrazo mientras entrábamos de un salto a la piscina. Para mi suerte esa zona de la piscina era baja, parecía que aquel “rito de iniciación” había desordenado mi cabeza, o tal vez el nerviosismo por la mirada de Eric me volvía imprudente.
Dani y Jaqueline aparecieron con vasos de diferentes colores, todos adornados con una pequeña sombrilla
- ¿Comenzaron la fiesta sin mí?
- Te tardaste mucho Dani
- ¡Grace!, hasta pareces citadina- dijo admirando mi traje de baño
Respondí echándole un poco de agua en los pies. Salimos de la piscina y nos sentamos a compartir las bebidas. Jaqueline no se sentó y dijo
- Disfruten su tarde jóvenes, si me nece…
A lo que Dani reaccionó tomándola del brazo
- La disfrutaremos todos, ven toma asiento
- No puedo señor Fleder…
Eric intervino, lo que provocó nuevamente los celos en mí.
- Por favor Jaqueline, únetenos
Ella aceptó callada y se sentó, Dani empezó
- No te preocupes, no le diremos nada a nadie
Levantó su vaso y continuó
- Brindo por la familia real
Todos chocamos vasos sonrientes; notando la diferencia del sabor hablé
- Dani, ¿qué le hiciste al vodka?
- Tranquila Grace, está mezclada con frutas
- Si deseas puedes probar el mío, está mejor- dijo Austin
Eric miró seriamente a Dani, a lo que él habló
- Tranquilo Eric, los menores toman jugo de frutas
- ¡Vaya Daniel! Sí que sabes preparar- dijo Jaqueline para luego taparse la boca con una mano.
- Al fin logré convencerte
- Disculpe señor Fleder, no quise…
- Daniel, Daniel- dijo interrumpiéndola con tono insistente.
Debido al calor todos tomamos sorbos grandes. En seguida Austin se levantó y entró de un salto a la piscina
- Lo que hace falta aquí es un poco de música- dijo Dani.
A lo que Jaqueline respondió
- ¡Yo sé dónde conseguirlo!
Eric, Dani y Jaqueline se dirigieron al interior para luego aparecer nuevamente con una gran estéreo. La música sonó y yo sentía cada vez más calor; aparecí detrás de Eric y lo llevé conmigo a la piscina, él solo sonreía, en seguida Dani me siguió llevando a Jaqueline con él, jugamos con agua y reímos. Mientras más bebíamos más reíamos y sentía un extraño adormecimiento en el cuerpo. Dani nos enseñó un juego en el que me subí en los hombros de Eric, mientras que Jaqueline se subió a los de Dani, el desequilibrio causado por el vodka hacía que perdiera y cayera de os hombros de Eric, sin embargo él siempre lograba sujetarme
- ¡Grace nos facilitas el juego!- dijo Dani
- No puedo evitar caerme
- Parece que el vodka te empieza a hacer efecto
- Es mejor que se lo quitemos antes que la perdamos- acotó Eric
- Ya cállense y empiecen a jugar- dije subiendo a los hombros de Eric, mientras Jaqueline y yo nos mirábamos frente a frente
- ¿Lista Grace?
- ¡Lista!
Parecíamos todos buenos amigos, nos empujábamos y reíamos pero volví a caer, Eric no logró sujetarme y resbalé golpeándome la frente. En seguida Eric y Dani me sacaron de la piscina mientras Jaqueline corrió por el botiquín de primeros auxilios. Austin se acercó a nosotros preocupado
- Qué sucedió ¿Grace, estás bien?
- No te muevas- dijo Eric
- Tranquilos, estoy bien
Jaqueline resbaló al traer el botiquín y todos reímos mientras Dani corrió a socorrerla; desde el suelo ella reía y levantando una mano dijo
- ¡Estoy viva! ¡Falsa alarma!
Volvimos a reír todos a carcajadas. De pronto apareció una mujer de cabello castaño en melena, vestía un elegante vestido verde y traía en brazos un bebé, a su lado estaba la señora Navil. La elegante señora le susurró algo a la señora Navil entregándole al bebé dormido; Jaqueline paró de reír, se paró inmediatamente y haciendo una venia hacia la señora se retiró más que de prisa, ella no paró de mirarla mientras pasaba por su lado, finalmente se acercó a nosotros y todos nos paramos; nos miró de pies a cabeza para luego decir
- Buenas tardes jóvenes, sean bienvenidos. Mi nombre es Charlene Pierre, esposa del rey Alberto II.
Dani que parecía haber tomado demasiado se adelantó y haciendo una venia se presentó
- Muy buenas tardes, soy el señor Fleder, pero puede decirme Daniel
Ella no respondió y permaneció seria; Eric conteniendo la risa por la presentación de Dani, habló
- Buenas tardes su alteza, disculpe el desorden. Mi nombre es Eric Coste y él es mi hermano Austin Coste.
Extrañamente a mí no se me ocurrió mejor idea que decirle
- Soy Grace Leconi…tiene un lindo bebé
Dani apenas aguantaba la risa. La señora Charlene seriamente respondió
- Gracias, es el heredero Alexander I
Hubo un silencio incómodo y ella prosiguió
- Disculpen jóvenes, tengo cosas más importantes que hacer
Ni bien ella se retiró, todos descargamos la risa que habíamos aguantado tanto tiempo.
- Maldición Grace, ¿no se te ocurrió algo mejor?
- ¡Dani! A dónde vas
- Iré a buscar a Jaqueline, me aseguraré que no la despidan por mi culpa
De pronto oí el sonido del agua, era Austin que había vuelto al agua.
- ¡Austin, solo media hora más!- gritó Eric.
- ¡De acuerdo!
- Ven Grace, vamos a dar un paseo
- ¡Espera! Primero debo cambiarme, no queremos más escándalos- dije riendo
- Aquí te espero
Cambiarme me costó aún más que la primera vez, el equilibrio me faltaba otra vez, sin embargo logré hacerlo lo más rápido que pude. Al salir noté que Eric también se había cambiado
- Y ¿a dónde iremos?
- Conozco un bonito lugar que quiero mostrarte.
Nos alejamos de la piscina y me llevó hasta un bonito jardín lleno de rosas y arcos adornados con plantas trepadoras; nos sentamos a la sombra de un gran árbol de flores lilas, a lo lejos una fuente dejaba correr sus aguas pacíficamente desde un cántaro de mármol.
- Este castillo no deja de sorprenderme
- Visité este jardín cuando era pequeño y siempre me gustó
- Es sencillo y hermoso
- Espera aquí- dijo levantándose.
Volvió con una rosa en manos y entregándomela dijo
- Para ti
- Gracias, pero espero nadie te haya visto o el jardinero real te matará
- Ja, ja, ja
- ¿Puedo confesarte algo?
- Sí
- ¿Es normal sentir adormecimiento en el cuerpo?
- Ja ja ja, sí es normal; pronto esa sensación desaparecerá…tienes suerte…
- ¿Por?
- La sensación que tengo no desaparecerá, no mientras estés conmigo
- ¿Qué?, explícate porque no entendí
- La sensación del latido de mi corazón haciendo eco
Reí nerviosamente mientras aquella frase provocaba cosquillas en mi estómago, o tal vez sería otro efecto más del vodka.
- Grace yo sé que podríamos ser hermanos pero…no puedo quitar esta sensación de mis latidos…además yo sé que Daniel estuvo contigo antes pero…
- Eric, Dani es solo mi amigo
- Pero yo los vi tomarse de la mano
- ¿Y?...hablemos de otro tema
- ¿Te gustó la rosa?
- Es muy bonita
- Tengo una duda que ha merodeado mi cabeza
- Solo dilo
- ¿Qué fue lo que te dijo el rey? ¿Por qué habló contigo aparte?
- Las cartas reales son mías
- Lo sé, lo mencionaste estando en su oficina
- Pues resulta que esas cartas son auténticas, pero…
Una persona se acercó y nos interrumpió
- Buenas tardes jóvenes, lamento la interrupción, soy Daniel y estaré a cargo de su cómoda estadía.
En seguida Dani apareció detrás y apoyándose en el hombro de aquel hombre uniformado dijo
- Veo que ya conocen a mi tocayo, nos devolverán a Jaqueline dentro de poco.
Ambos reímos y nos levantamos
- ¿En qué lío te metiste Dani?- dijo Eric palmeando su espalda.
- Nada, yo solo exigí la atención de Jaqueline…
- No puedes exigir nada, sólo somos invitados
- ¿Quieres apostar?
Irrumpí en la conversación cuando un dato importante vino a mi mente
- ¡Oh por Dios!...hoy es mi cumpleaños.
En seguida Dani se acercó y cargándome en su hombro me llevó hasta la piscina y sentándome me alcanzó un vaso
- Dani qué haces
- Para la cumpleañera
- No, no, ya fue suficiente por hoy- dijo Eric apartando el vaso.
De pronto apareció Austin
- ¿De qué me perdí?
- Es mi cumpleaños
- ¡Felicidades!- dijo abrazándome
- Aun no Austin, prepararemos algo especial para Grace
- No es necesario chicos, en serio
- Dani tiene razón, ve a relajarte que nosotros nos ocuparemos de todo.
- ¿También puedo ayudar?- dijo Austin
- Claro, ven con nosotros- dijo Dani abrazándolo con un brazo
Eric ordenó a Daniel (el sirviente)
- Por favor acompaña a la señorita Leconi a su dormitorio. Y dirigiéndose a mí guiñó el ojo
- No queremos que te extravíes ¿verdad?
Entré a la ducha y cambiándome de ropa disfruté de mi enorme cama, luego exploré cada objeto del dormitorio y pensé en lo que me había dicho el rey. Si él no era mi padre, entonces quién era, porqué mamá me entregó las cartas sin explicación alguna, ¿sería otra persona de la nobleza quién escribió las cartas? Mis pensamientos fueron interrumpidos
- Hola Grace
- ¡Eric! No te oí entrar
- ¿Qué haces a oscuras?, ya casi anochece
- Estaba pensando
- ¿Está todo bien?
- Sí. Y, dime ¿qué están haciendo?
- Es una sorpresa, pero quise venir antes para darte mi regalo
- Eric, no es necesario
- Lo sé, pero quiero dártelo- dijo acercándose y sentándose junto a mí, se sacó un collar de cuero que llevaba puesto diciendo
- Esto lo compré con el dinero que encontré, estaba divagando en la calle…- poniéndomelo en el cuello continuó
- Fue espontáneo, igual que nuestro encuentro
- Gracias
La suavidad de sus manos contra mi cuello hizo erizar mi cuerpo, podía sentir su respiración cerca; luego dirigió su mirada a mi frente y colocando una curita me dijo
- Estarás bien, no fue grave. Lamento no haberte atrapado
Notando lo cerca que estábamos uno del otro le respondí
- Gracias por cuidarme, realmente no tenía equilibrio
- Temía que te ahogaras o te hicieras daño
Aunque oscurecía cada vez más podía ver aun sus ojos plomos, aquella mirada que me convertía en una imprudente.
- Aún siento esa sensación del vodka
- Aún siento el eco de mi corazón- se acercó cada vez más hasta que casi podía sentir su aroma y el calor que emanaba su cuerpo.
De pronto unos pasos se oyeron en el pasillo y una luz iluminó mi habitación seguida de voces
- ¡Feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños…!
Sonreí mientras Eric también cantaba, Jaqueline sostenía una tarta con crema bien decorada, Austin y Dani aplaudían y cantaban. Todo aquello me trajo melancolía recordando a mi madre y felicidad al mismo tiempo por tener amigos tan valiosos, no resistí más y las lágrimas recorrieron mis mejillas
- ¿Qué sucede Grace?- dijo Eric tomando mi mano
- Nada yo solo, estoy muy feliz de estar aquí con ustedes, muchas gracias a todos.
En seguida un abrazo grupal reconfortó mi corazón. Sequé mis lágrimas y uno por uno me felicitó abrazándome. Dani hizo que mordiera la tarta y reímos mientras Dani bromeaba acerca de mi cara empapada en crema. Luego acomodamos los almohadones en la alfombra y tumbados juntos conversamos de los cumpleaños y los regalos más extraños que habíamos recibido, además de otros acontecimientos graciosos. Austin suspiró y dijo
- ¿Saben algo?, jamás tuve una guerra de almohadas y siempre quise que pasara
En seguida Dani se puso de pie y dijo
- Entonces es hora de empezar
Todos le seguimos al instante y después de unos minutos estábamos persiguiéndonos uno al otro con una almohada en la mano. La noche pareció muy corta, al siguiente minuto estábamos todos tumbados bostezando mientras Austin dormía plácidamente.
- Fue la tarde más loca de mi vida- dijo Jaqueline sonriente
- Fue la más divertida- dije suspirando
- Será mejor que acueste a Austin- dijo Eric
- Hora de dormir muchachos; vamos Jaqueline- dijo Dani.
Jaqueline lo miró extrañamente mientras él riendo respondió a su mirada.
- ¡Qué!, solo te acompañaré hasta las gradas
- De acuerdo señor Fleder- dijo ella levantándose
- ¡Daniel!- dijo Dani siguiéndola.
Eric y Austin también se retiraron deseándome “feliz cumpleaños”. En seguida estaba sola a oscuras en aquella cómoda cama, acariciando con mis dedos el collar de cuero. Si el rey Alberto no era mi padre pero las cartas eran auténticas, aún era probable que Eric y yo fuéramos parientes de alguna forma, en seguida me arrepentí de sentir lo que empezaba a sentir por él; habrían sido sus ojos plomos los que lograron convencerme o habría sido otra consecuencia del vodka; solo me quedaba esperar al día siguiente, esperar la respuesta del rey Alberto.
Romivi13 de julio de 2015

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