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Capítulo 7: la Carta

Al día siguiente de “sacar” mi poder, en el recreo, le dije a Inés que teníamos que hablar y entonces se acordó de nuestro acuerdo.
- Venga, cuenta, que me lo prometiste – insistía. Me aseguré de que nadie nos escuchaba le conté todo. Desde el sueño hasta lo de ayer. Y, como era de esperar, no se lo creyó.
- Vamos a la fuente, ya verás – le dije. Fuimos hasta la fuente y ella echó agua en sus manos.
- Demuéstramelo – miré a izquierda y derecha hasta cerciorarme de que no nos veía nadie. Luego, pensé en que subiera, que se moviera a izquierda y derecha y volviera a las manos de Inés.
- ¡Es alucinante!
- Sí, pero mantenlo en secreto – le advertí.
Inés asintió, juró y perjuró que no contaría nada a nadie.
Al volver a casa vi que tenía un mensaje en el móvil de Hiela. Donde siempre en cuanto pudiera. Al rato ya estaba allí.
- Bien hoy vais a seguir practicando. Traje varias lámparas y mucha agua – nos dijo. A mí me explico como congelar el agua y a Luna como quitar la luz a una sola persona como si se quedara ciega. Cuando estábamos practicando Hiela se derrumbó, cayó al suelo de rodillas.
- Hiela, ¡¿qué te pasa?! – decía Luna, muy preocupada. Hiela no respondía y tenía las manos en la sien. Dos minutos ya estaba con nosotras.
- Demasiado pronto, aun no están preparadas – murmuraba una y otra vez.
- Dinos que ocurre – le dije mientras la levantaba del suelo.
- Vais a librar vuestra primera batalla. Alguien está haciendo fuego en una callejuela de la ciudad.
- Estamos preparadas – afirmó Luna.
- No hay otro remedio. Poneos capas para que no os reconozcan.
Nos pusimos en camino al momento. El día era estupendo para mí. Había llovido toda la mañana, así que podía usar los charcos como arma.
Llegamos a los diez minutos a la callejuela. No había nadie, excepto un chico cubierto por una capa roja en el centro. Todo era demasiado lúgubre, estaba anocheciendo y no había casi luz en el callejón.
- Solo puede luchar una, sino sería desventaja y en las batallas hay que ser justo – nos advirtió Hiela.
- Lucharé yo, no hay casi luz, estarías en desventaja Luna – les dije.
- ¡Pero…! – empezó Luna, pero Hiela la paró.
- Tiene razón.
Me adentré más en el callejón hasta estar a dos metros de mi adversario. No le veía el rostro y él tampoco a mí.
Me concentré hasta que solo existía la batalla. Comencé con algo simple, lanzando hilos de agua y cosas por el estilo. Él lo rechazaba todo con llamaradas de fuego. Luego la cosa se complicaba más a medida que pasaban el tiempo. Nunca me había esforzado tanto mentalmente como esa vez.
Una llamarada me pasó rozando la capucha y me eché hacia atrás. Entonces una desgracia, se me fue la capucha y se me vio la cara. Me la puse enseguida pero él ya me había visto. “Mierda”, pensé. Y, no sé por qué, el chaval dio un paso atrás y pude apreciar sus ojos.
Rojos como el fuego, como la sangre. Pero no aprecié en ellos el menor atisbo de ira, como pensaba que iba a ser. Por el contrario demostraban terror y preocupación. Una angustia que jamás pensé que podía caber en una persona.
Nada más vi de su rostro, pues caí en una profunda inconsciencia.
Cuando me desperté estaba en el local donde practicábamos.
- ¿Qué ha pasado? – pregunté.
- Fue todo muy confuso, la verdad – comenzó Luna.
- Se te cayó la capucha y luego caíste tú al suelo. Luego el chico se marchó – me explicó Hiela -. Pensamos que la llama te había dado, pero cuando nos acercamos vimos que estabas inconsciente. Él estaba eliminado, por decirlo de algún modo, porque no se pueden usar los poderes “extra” en las batallas.
- Lo que me impresionó fueron sus ojos, eran rojos, aunque no parecían de una mala persona – les conté.
- No tiene porqué ser malo, Sam. A él le contaron la historia desde otro punto de vista. El chico puede ser muy bueno y pensar que está haciendo lo bueno.
- Pero no me miraba con ira, sino preocupado y muy asustado.
- No puedo leer su mente, pero creo que si pudiéramos hablar con él nos comprendería y vendría con nosotras – opinó Luna.
- Sí tienes razón, pero no creo que nos vaya a escuchar – le dije.
Cuando volví a casa vi que tenía una carta en el buzón para mí. Anónima, qué raro. La letra era muy bonita y se entendía a la perfección. Contaba historias fantásticas de todo tipo: realistas, fantásticas futuristas… Eran tres folios de pura imaginación todos ellas con algo en común: un final que no se puede esperar y una historia de amor como escenario. Al final, había un párrafo que decía así: “Cuando parece que nada tiene sentido y que es mejor abandonarse a uno mismo, alguien viene y te saca de ese pozo de oscuridad. Suele ser quién menos esperas y con quién compartes el resto de tus días”
Era asombroso cómo podían enganchar unos pequeños textos y un final descorazonador. Al final de la hoja traía unas señas “por si quería desahogarme” y un extraño signo que era un sol con una luna en cuarto alrededor.
Me preguntaba quién sería aquel extraño escritor. Me encerré en mi habitación y me puse a escribir todo lo que se me pasaba por la cabeza. Historietas que aparentemente no tenían ningún sentido, pero luego las volvía a releer y todo tenía una pequeña y sinuosa relación. Luego puse un párrafo final como hacía mi misterioso escritor. “Todas las palabras tienen sentimientos impresos como todas las personas tenemos un yo interior” Cerré la carta con un signo como el del escritor, solo que invertido: una luna en cuarto dentro de un sol.
Me acosté a la una de la madrugada pensando en esos maravillosos cuentos. Al final, se me había olvidado hasta la batalla.
“Dulces sueños, mi querida princesa”. Finalizaba uno de esos cuentos.
Sobras07 de noviembre de 2008

4 Comentarios

  • Purple

    sobras.. genial... y el chaval ese, sabes poner mucha intriga y eso est? genial, ya sabes que espero la siguiente.
    un beso chauss

    07/11/08 09:11

  • Sobras

    muchas gracias!!! yo tambien espero mas tuyos, pero sabes q tambien hay que hacer lo de la investigacion, acuerdate. Aun asi no dejaremos de escribir, ?eh?
    Besos, ciao

    07/11/08 09:11

  • Fantasiia

    Tengo una sospecha del chico muahahah? pero no lo digo.
    Contiinuo leyeendo
    Chaoo^^

    12/11/08 06:11

  • Sobras

    gracias fantasiia! Es q cae d cajon, q quieres q te diga...
    Ciao, besos!

    12/11/08 08:11

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