Perfectos rosados, carnoso sus labios.
Quién pudiera acariciarlos, rozarlos con explicita suavidad, aprovechando cautelosamente cada
segundo en el que los beso. Jamás de los jamases dejaría yo escap...
¡Hola! Somos una comunidad de escritores aficionados. Nos reunimos aquí a mostrar y comentar nuestros textos. Descubrimos nuevas historias y nuevos amigos cada día. → Únete para participar