Es curioso, porque justo cuando dejó de soñar, se paró su corazón como si de un reloj sin pilas se tratara.

Pedrito se encontró con un ángel y un marciano. Los miró fijamente y les dijo: - Son unos extraterrestres Tanto el ángel como el marciano se ofendieron. Pedrito, al percartarse de eso, se explic...

El día que la vuelvas a ver y se te revuelva todo, que no sepas articular palabra cuando ella pasa por tu lado y huelas su perfume. Cuando se te quede ese olor pegado al cuerpo y quieras tenerlo todas...

Caminaba encima de los cadáveres ensangrentados. Los miraba y se reía de sus expresiones vacías. Alzó el cadáver de un niño, lo lanzó lejos y empezó a reir a carcajadas. Luego, en el medio de aquel ma...

Estoy muerto. Desde hace años, deambulo en este mar de personas, sin rumbo fijo, con la mirada perdida. Sigo respirando, comiendo y trabajando. Pero no le encuentro sentido a la vida. Siento que soy c...

Cuando abrí el libro por la página 37, me di cuenta que el personaje de la novela no tenía tan mala suerte como pensaba, en los capítulos anteriores se describía a un hombre con la peor suerte, debido...

Iba caminando lentamente por la Tierra. Veía todo lo que pasaba en su entorno. Veía todo lo que le iba a pasar si estaba ahí. Escuchaba todos los sonidos y ruidos que todos producían. De repente, tod...

Regresó larga y esbelta. Como las otras. Una flaca común y silvestre que no tenía por donde ser asaltada. ¿Dónde estaba aquella curva doble al final del espinazo donde podía enterrar sus dedos y apre...

Cuando la princesita se convirtió en bruja y la rosa en uslero, bastaron 5 años y un barril de cerveza para que al caballero no fuera tan caballero y deseara no haberla besado.

Cuando era niña, la tía Sara la llevaba a la feria. La arrastraba entre la multitud en el bandejón central de la Avenida Argentina, atada al asa de su bolso de rafia. Ella nunca vio caras, sólo tors...

Gritaba en la calle, llorando, de pie, a mitad del paso de peatones. La gente se volteaba a mirarla pero nadie se le acercaba, nadie le preguntaba. Yo tampoco. Sin embargo, en algún momento, mientras ...

Francisco mira hacia las alturas, a la figura del abuelo, enorme e inalcanzable, todo un misterio a descubrir. Él es hombre de suspensores y sombrero de pana al que no le enseñaron a dar abrazos sino ...

Para Alfredo, un viejo de 60 años, a un año de jubilarse, la vida no era más que sentarse en su escritorio de contador y ver como el reloj avanzaba con pesadez de las 9 a las 5, llegaba por la tarde a...

Meses, llevaba el cuerpo inmerso....hasta que decidio nacer.

La Leyenda rezaba: Aquí vivió la humanidad. Nació como un ángel, brilló como fuego fatuo y se consumió a sí misma. Y en el páramo interminable de aquel desierto silencioso, el viento sopló su última q...

Llegué con la estructura ósea hecha un juego de rompecabezas. Me tendí en las frazadas negras de mi departamento gris y cerré los ojos hasta quedarme dormido. Soñé con princesas. Estaban todas desnu...

“Mi boca será carnada cuando deje de tener estos labios carnosos por esencia, Son un fastidio para la integridad del rostro. Quizás un poco de color en mi rostro no estaría mal, los años pasan y despu...

Con toda seguridad, la amaba, pero… Se desvanecía el día y su retraso lo hacía impacientarse, como un díscolo se cerró en su capa de arena. Un obelisco apuntaba con benevolencia a un cielo aturdido q...

Somos sardinas que alimentamos la Metrovía de Guayaquil. Rostros serios, ansiosos. Copetes y moños de las señoritas bonitas, uniformadas, con olor a chicle. Todos pegados. Veinte personas desde los c...

Mis excrementos huelen a nicotina, estoy parado frente a la taza y el hedor me sorprende y asusta a la vez. Al igual que en el tacho de basura arrojados incontables escupitajos mezclados con colill...

Antes de cruzar el camino miré a ambos lados varias veces. Desde el otro lado pensaron que decía que no con la cabeza y dejaron de esperarme.