Aquel muchacho te quiere,
te ama y llora,
llora ramos enteros de flores para regalarte,
sea enero, sea mayo, sea Marte.
Aquel muchacho te quiere,
te ama y llena cuadernos de hormigas
...
Un domingo de Resurrección del alma;
me he arrodillado ante el púlpito,
mientras el ruiseñor hacía cantar la ermita
y tras haber comido el cuerpo de Cristo,
lo escuché, y me borró la neblina de...
Dentro de mi pilar de huesos,
de mi cuerpo,
mi alma emite halos de luz
como si fuera un crepúsculo vespertino,
y mientras se reflejan
a través de una sonrisa, de un latido,
de una lágrima,
mi ...
Tú eres el piano, y yo, las manos,
que mientras la luna brillaba surcando
la palidez de tu cuerpo, de tus teclas,
me senté en el taburete y te quise contemplar,
agité mis manos por el pantalón par...
Todas las olas que llevan nuestro nombre
rompen, en una marea constante;
el mar del sentimiento es lo que llevamos por sangre
y recorre todo nuestro cuerpo, desatándose
en el relámpago del abrazo,...
EREBO DEL PECHO
En un sendero cenizoso,
en el que han erupcionado tantas llamas;
borbolleado tantas cascadas;
oído tantos estruendos, tantos terremotos,
yo camino, y creo que esto es
algo etér...
Te estoy escuchando decirme cosas
desde tu habitación;
pero no alcanzo a oírte,
no capto al mirlo cantando.
Oigo algo así como que la cama
no tiene lados,
como que cada suspiro
se lleva las...
Tú dormías. Te miraba.
Una sombra se filtraba
y era una rosa.
¡Cómo estabas!
Como un silencio de piel
con vuelo de mariposa
durmiente, como en los cuentos,
como en la noria
donde gritabas desc...
¡Hola! Somos una comunidad de escritores aficionados. Nos reunimos aquí a mostrar y comentar nuestros textos. Descubrimos nuevas historias y nuevos amigos cada día. → Únete para participar