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Le Gustaba El Mar

Me costaba mirarle a los ojos sin echarme a llorar. Él me miraba como si yo no estuviera delante.
- “¿La querías?”-, le pregunté.
Silencio.
Inclinó la cabeza y se quedó inmóvil.
Yo no sabía si repetirle la pregunta o esperar. Decidí esperar. Al poco tiempo, levantó la cabeza y me miró fijamente. Se colocó las gafas con el mismo gesto que había utilizado durante toda la vida. Yo sonreí. Entreabrió la boca. Yo esperaba impaciente su respuesta.
- “Parece que va a llover”-. Fue todo lo que salió de su boca.
En el exterior brillaba un sol radiante, lo normal en este caluroso mes de agosto.
- “Sí, parece que va a llover”-. Le dije con la voz entrecortada.
- “¿La echas de menos?”- probé con esta pregunta para ver si lograba una respuesta mejor.
Él fue hacia la ventana y su mirada se perdió en el cielo azul, muy lejos del momento que nos rodeaba.
Nos quedamos en silencio de nuevo. Quizás era mejor así. Su pelo se había vuelto gris perla, pero su espalda seguía tan erguida como hacía años, y deseé con todas mis fuerzas abrazarle por detrás como solía hacer en tantas ocasiones, rodeando con mis brazos su pecho y apoyando mi mejilla contra él. Pero no podía hacerlo. Ahora no soportaba que nadie le tocara, no aguantaba el contacto humano. Cerré los ojos e imaginé mi abrazo imposible.
- “Le gustaba el mar….le gusta tanto el mar….”- Dijo.
Abrí los ojos de inmediato y dejé mi abrazo imaginario para otro momento y le pregunté:
- “Entonces, ¿te acuerdas de ella?”-
- “¿De quién?”-
- “¿La querías?”-
- “¿A quién?”-
- “A ella...a…..a mí….”-
- “¿Dónde estabas? Te he echado de menos”-
Me acerqué a él emocionada y acaricié su mejilla con ternura, pero olvidé que eso ya no podía hacerlo….
Vinieron enfermeras, le pusieron un tranquilizante y aquel mágico momento se deshizo entre inyecciones, batas blancas y voces que yo no escuchaba.
Me di la vuelta y dando la espalda a mi gran amor, me alejé por el pasillo mientras mis lágrimas me acompañaban de vuelta a la realidad de aquel caluroso día de agosto y mis caricias volaban por la habitación sin encontrar un lugar donde posarse.
Uca22 de abril de 2009

5 Comentarios

  • Voltereta

    Una preciosidad de texto que hace poner la piel de gallina, que pena de la gente que tiene una mente que vaga perdida, un texto terriblemente tierno y delicado.

    Me lo guardo para m?.

    Un saludo Uca.

    22/04/09 08:04

  • Mejorana

    Madre m?a de mi alma Uca qu? relato tan bonito.
    Estoy completamente segura de que lo has vivido de verdad.
    Aunque no en primera persona.
    Precioso, tierno, po?tico, melanc?lico. De los que dejan un reguero de llanto en la garganta.

    22/04/09 10:04

  • Alumine74

    Uca que placer leer esto mi madre!!!!
    Me estremece cree
    Me lo guardo impecable
    Saludos

    22/04/09 10:04

  • Uca

    Uf! gracias por estar ah?, de verdad. Me encanta veros por aqu?. Sois incre?bles.
    Besines.

    22/04/09 11:04

  • Mejorana

    Claro que estamos aqu? Uca. Esper?ndote.
    Un beso preciosa.

    23/04/09 09:04

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