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Lo Peor de Mí

Sentía como el sillón me tragaba de un mordisco y caia bajo los almohadones en un vacío eterno. todo se torno negro, mis ojos ya no veían y no me importo, sentía mí propio peso caer sobre la nada y el frío me envolvió.
Mí alma estaba destruida y mí corazón ya no sentía. Había dejado de latir en aquel instante dónde me abandone. Me solté la mano una vez más.
¿Pero, por qué?
En un intento de no caer, mí otro yo estaba a los gritos pidiéndome que reaccione. Pero no podía reaccionar. Era una lucha constante con mí yo interno, que me pedía ser y no ser....pero yo no quería ser, ni sentir más. Ya no tenía fuerzas para estar de pie. Era muy duro intentar una y otra vez y que los resultados sean ínfimos. Costaba más de lo que jamás me hubiera imaginado...
En cada latido sentía como mí alma se partía un poco más, como un montón de vidrio roto tirado en lo más profundo de mí interior lastimando cada rinconsito de mí cuerpo. Cada parte que una vez volví a reconstruir.
¡Lo siento! No puedo más!
Le quise decir, pero solo cerré lo ojos. Su cara de preocupación y tristeza desapareció automáticamente y la oscuridad me abrazo para quedarse.
¿Y ahora que?
Que iba a hacer en plena oscuridad, ahora solo quedaban mis pensamientos y yo. Un peligro que no me interesaba correr, porque no había energías ni mucho menos ganas de levantarme.
El dolor era un camino del que pocas veces se volvía entero.
La depresión me respiraba muy cerca , pero ¿Está vez, me alcanzaría?
No lo sé.
Me sentía a la deriva y que está vez nadie iba a venir. Solo estaba yo.
¿Por qué me permiti esto otra vez?
Si yo sabia lo que queria, si yo sabia para donde quería ir... ¿Por qué lo hice?
A veces no hay respuesta, solo sucede y ya.
Me hice una bola y me abrace a mí misma. Solo podía esperar que está vez sea leve.
Suspiré, empezaría un nuevo día desde la oscuridad , sin color y sin esperanzas. Solo viviría porque aún mis pulmones funcionaban y me repetian , un día a la vez. Un día a la vez . Un día a la vez.
Pero aquí no había días. solo podía llorar si es que había lágrimas y soltar todo este peso que no era mío. Y el mío expulsarlo de alguna forma que no me destruya, aún no quería destruirme. No podía. O sí...
Tik tak, tik tak. Mí cabeza repetía una y otra vez las agujas del reloj, tik tak.
Será hoy, será mañana.
Será hoy, será mañana.
Será hoy, será mañana.
El frenesí comenzaba a recorrerme el cuerpo. había llegado el momento de enfrentarme conmigo , con mí peor oscuridad. Muchas veces era mí propio enemigo, porque me abandonaba. Me dejaba tratarme mal, me exigía más de lo normal y muchas que otra veces me odiaba ¿Por qué?
Era hora de saber quién soy. ¿Pero, quién soy? Tenía tantas preguntas sobre mí misma. Que solo podía responder lo que si quería. mí sombra estaba tan pegada a mí que no me dejaba respirar. ¡Era hora de mostrarse! Sal! Ven a mí.
Estoy aquí.
¡Nos iremos juntas de aquí!¡Esta vez no serás mí enemigo!
Y así sería.
Universo23 de marzo de 2022

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