Sí, debo reconocer que me escabullí por la puerta trasera del Transantiago y no usé de la tarjeta Bip. Pero mi excusa fue un imperativo. Tenía en mi bolsillo sólo un billete de mil pesos que quería cuidar. Por eso, también el día anterior había cubierto la placa patente de mi auto, para escabullir el pago del Tag.
Esta noche bajé del Transantiago y caminé veinte cuadras. Pero cuando restaban dos para llegar a casa, fui abordado por tres flaites que me cobraron peaje y tuve que deshacerme de ese maldito billete que me obligó a pecar.

FIN

Seguir AutorRecomendar Texto Agregar a Favoritos

4 Comentarios

• 

  Abyssos

  "Dios" actua de maneras misteriosas... "Dios" y esa "justicia divina" por cada "pecado" cometido... de una u otra forma siempre terminamos pagando, jeje.
  
  Un saludo.

  11/08/09 04:08

• 

  Mejorana

  Me dejas muda Silencio.
  A mí me pasó algo parecido una vez. Me pasé de largo el tag, pero no por no cambiar el billete, sino por impaciencia y pereza de no andar buscando en todos los bolsillos de mi bolso para encontrar el billete del tren.
  Y me detuvieron dos. Un policía, y una policía.
  Qué horror.
  Aquí no hay quien se escape.
  Vivimos maniatados.
  

  11/08/09 06:08

• 

  Unsilencioquenocalla

  Así es Abyssos, en este mundo mercantilista siempre se paga:
  por nacer, por vivir, por morir.
  Sólo respirar es gratis... pero el aire está tan contaminado...

  11/08/09 08:08

• 

  Unsilencioquenocalla

  Así es Mejorana, por eso uno de mis sueños es tener una pequeña parcela en la que vivir en forma autosustentable y autosuficiente, criando codornices, plantando mis hortalizas, escribiendo, y viviendo y muriendo lenta y armónicamente, en medio de la felicidad, ajena a este mundo loco.

  11/08/09 08:08