jajajajaja
Perdón por empezar mi comentario con una risa, pero me causó gracia que llames soneto a un poema que no respeta las reglas del mismo y, justamente, su tema principal sea ese: que al enunciador (y, quizás, también al emisor) no le interesan dichas reglas (más precisamente la métrica del soneto).
El poema me gustó, y también la idea no original del poeta no ingeniero que no se preocupa por los convencionalismos.
Saludos.
29/06/09 05:06
hola
me agrada la tematica de tu poesía, creo en la importancia de las metalingüisticas pero se me hace mas oportuno en el arte de la poesía la sensibilidad al dente. Sin embargo es de migusto leer poesía metrica pues como arte y tal vez si le llamamos "Ingeniería" tiene una gran estructura que es dificil de lograr y no por eso deja de ser arte.
tengo un poema con la misma temática te invito a que lo leas. "EL TRATADO DE IMPACIENCIA"
hasta la proxima y bienaventuranzas para ti.
29/06/09 05:06
Sí, yo también río, mientras no aprenda bien esa cosa de la métrica...
Al final, la vida misma es un juego.
29/06/09 05:06
En todo caso, mi estimado Adriel, en ninguna parte he dicho yo, que se trate de un soneto. Ja,ja,ja,ja... también río.
29/06/09 05:06
Gracias Leox. Leí tu "Tratado de Impaciencia" y creo que está muy bien escrito (salvo por omisiones de tildes. claro está) pero en cuanto al fondo del asunto, comparto plenamente contigo. Creo que eso es, lo que debe ser la poesía. Lo otro, quizas sea sólo increíble ingeniería de palabras.
29/06/09 05:06
La palabra "soneto" es uno de los tags. Según la "lógica de los tags (?)" si dice "poema" el texto es un poema, si dice "relato" es un relato, si dice "soneto" es un soneto, etc.
En todo caso, mi risa no fue una burla sino que fue provocada por la paradoja que creí ver.
Como ya te dije, el poema me gustó.
29/06/09 05:06
Bueno, discrepo de lo de ingeniería todo y mucho más.
Ya sé que lo que digo no es popular. Tampoco lo pretendo. Y además, no me importa, siglos de poesía me avalan lo suficiente para no preocuparme si es o no popular mi opinión.
Y bueno, sería un debate largo. Pero como una ha sido cocinero antes que fraile, sé donde me meto cuando salgo a defender las formas poéticas llamemos clásicas y, aunque escribo sobre todo verso libre, intento conocer la preceptiva y las características de la poesía, también las que definen al versolibrismo. Ah, ¿que no sabías que el verso libre tiene normas, y muchas?. PUes sí, muchas.
POrque una cosa es hacer versolibrismo, y otra creerse uno que lo está haciendo.
Empecemos por el principio. El hecho de hablar está sujeto a normas. Y a normas muy estrictas que, sin embargo, no encorsetan el idioma, sino que lo hacen grande y permiten que nos podamos entender. Sin ellas no habría entendimiento. El hombre aprendió, en sus primeros estadios en la tierra, a identificar los gruñidos que hacían sus congéneres y a ordenarlos, para entenderse. El nacimiento del lenguaje, prueba feaciente de la capacidad intelectiva del hombre, se basa en eso, en el orden de los signos guturales y en la creación (ordenamiento) de unos patrones que pudieran unificar criterios y hacer entendible por todo el mundo aquellos signos, inicialmente espontáneos.
Evidentemente, la escritura tiene sus propias normas. Y escribas en prosa o en verso, tienes que seguirlas, sino, no entenderíamos lo que dices. Y esas normas, además, se vuelven muy específicas, en pro de obtención de mejores resultados. Así, hay normas específicas para la narrativa, para el cuento, para el artículo periodístico, para el ensayo técnico... ¿Por qué no para la poesía que, por cierto, pretende el sumum de la belleza? POr eso mismo, por su razón de ser, precisa de un cuidado especial y de unas normas muy, pero muy peculiares y específicas
Vale, bien, que la poesía es expresión de sentimientos y sensaciones (sí, de acuerdo, pero no es sólo eso... en todo caso sería la expresión SUBLIME, de los sentimientos o las sensaciones, buscando en ello la máxima belleza y la mejor sonoridad. Porque poesía es música con palabras). Pero para expresar sentimientos no es precisa la poesía. La mayor parte de la prosa que leo expresa sentimientos de forma viva y acalorada. Y, bueno, ¿no expresan sentimientos los hinchas de fútbol? y nada más alejado de la poesía. Y, con perdón, ¿hay algo más expresivo de sensaciones que el coito?. Y el "ayyyy, ummmm, sigue, sigue, más, ahí, ahí..." tiene muy poco de poético. El llanto desesperado de un niño es pura expresión del sentir más profundo y levanta un dolor de cabeza que no te cuento. Vamos, que un ataque de llanto rabioso de un chavalillo no tiene paralelismo con la poesía, y si no, que se lo digan a la madre que no logra callarlo.
La diferencia en la expresión poética está en eso, en las formas que usa la poesía para serlo. El escritor que se enfrenta con el reto de ir más allá en la expresión de lo que desea contar y busca la belleza máxima se encuentra con una serie de patrones que le ayudan en su logro. Y en límite de lo que es escritura y de lo que es música, la poesía se ofrece como el culmen de esa búsqueda, dándonos una herramienta maravillosa para la expresión sublime. Y esas normas que muchos no aceptan han demostrado de forma contundente que son necesarias para la obtención de resultados. Incluso el innovador y rompedor versolibrismo (que, por cierto, es la estructura poética que más uso), no lo es tanto. Los versolibristas siguen normas en sus estructuras. Normas que obedecen a criterios fónicos o semánticos, pero normas a fin de cuentas. Las vanguardias que surgen en la poesía con el modernismo, el posterior ultraísmo o el simbolismo no son más que cuidadas formas basadas en el conocimiento previo de las estructuras poéticas clásicas, aunque con cierto espíritu transgresor (entre otras cosas porque para transgredir una norma, es preciso conocerla). Y si uno lee a los modernistas y a las corrientes que nacieron a raíz de ese movimiento literario, se percata de que nunca han roto con la norma, sino que han ido un paso más allá de ella, buscando adaptarla a nuevos criterios estilísticos. La poesía, a partir del modernismo, cobra visos de mayor libertad expresiva y formal, pero siempre atendiendo al criterio de buscar la mayor estética en las formas, no renunciando a ellas. Porque la poesía, per se, es pura forma. Importa lo que se dice, por supuesto, pero lo que impera en poesía es COMO SE DICE, lo que hace sublime la poesía es la forma cuidada y decididamente armoniosa en que se dicen las cosas. Pura imaginería, pura ideografía, si se quiere nombrar así. La idea al servicio de la forma cuidada y exquisita. Y por supuesto, sonora.
Claro que eso supone mucho esfuerzo, mucho trabajo, mucho estudio, mucha dedicación y que, además, pocos, muy pocos, consigan resultados realmente aceptables. Claro, todos queremos ser poetas, y entonces, justificándonos en "es la expresión de mis sentimientos", nos podemos poner el apellido, fulanito de tal, POETA, y tan contentos. Pero eso es mero intrusismo. Ser poeta requiere un trabajo constante. Además del genio creador, que no todo el mundo lo tiene, es una labor constante y necesaria. Incluso el mejor dotado, precisa de una constante superación en el estudio y el trabajo sobre la palabra y sus leyes, para alcanzar mejores resultados. YO quiero ser arquitecto. Mis proyectos, sin el encorsetamiento de la técnica, -por favor, nada de corsés-, son preciosos... pero mis casas, seguro, no aguantarían ni el primer asalto. Y quiero ser Velázquez... pero va a ser que no, que mis tristes pasteles (pinto a pastel), -muy expresión de mí misma, eso sí-, no tienen lo que hay que tener, es decir, calidad, para ser tal. Y quiero salvar a la Humanidad de sus enfermedades, pero me mareo si veo sangre y, aunque estudié biología, no distingo un tejido sano de uno enfermo.
El deseo de algo no nos hace conseguirlo. La voluntad de lograrlo puede ser que sí.
Y yo tengo claro que sólo soy aprendiz de poeta. Pero también tengo claro que me gustaría ser poeta. Y en ello ando.
Bueno, yo siempre ganando amigos, jejeje.
Espero que no te ofenda mi diatriba y que me entiendas. Y bueno, yo te seguiré leyendo. E intentaré ser menos "rollazo", jejeje, en posteriores comentarios.
Un beso.
29/06/09 10:06
El caso es que yo tengo un soneto a medio componer.
Pero si digo soneto es un soneto. Por eso lo tengo a medias.
En mi infancia (¡Ay), los hacía como rosquillas. Pero ahora me los tengo que pensar, y seguro que no me salen tan buenos como entonces.
¿Y ésto a qué viene?
Que a mí me da igual que sea soneto o deje de serlo.
Lo que no me da igual, es que se diga soneto y no lo sea.
Es como si te dicen que vas comer paella y te ponen altramuces.
Pos no.
Un abrazo Silencio.
Ya ves que siempre compongo con verso libre, pero no digo que sea soneto.
A eso me refiero.
29/06/09 10:06
En verdad que te leí con suma atención y con sumo placer. Estoy ansioso de la información que me ofreciste, acerca de la técnica del soneto, porque (te confidencio) ni siquiera sé leer ni contar las sílabas. No sé nada de endecasílabos ni alejandrinos. Espero tu ayuda y siempre tendré el mayor placer en leer tus comentarios y tus críticas, porque sé que son bien intencionadas.
29/06/09 11:06
Pues no sé, yo soy un escritor de medio pelo,
Y tengo que decir que componer un soneto me parece una tarea hercúlea.
Sonetos escriben los maestros como Blas de Otero, yo ya hace un montón que dejé de intentarlo.
Además, es muy meritorio conseguir ritmo y poesía sin seguir unas reglas establecidas, el orden dentro del caos.
Respecto a lo que dice Enlabasílica:
Uno tiene que elegir, o escribir un poema y estar mucho tiempo dándole vueltas, buscando la perfección, trabajándolo, (poemas de cámara frigorífica) o ser espontáneo y tratar de "domar" la palabra según llega.
Pensar que el arte es sólo arte si incluye estructura me parece equivocado.
30/06/09 12:06
Nadie ha dicho que el arte sólo es arte si incluye estructura, sólo he indicado que las normas, en cualquier manifestación artística, son precisas. Es imposible no someterse a alguna norma. Uno puede transgredir alguna, pero no todas. Porque siempre hay algunas que son imprescindibles. Y no por capricho, sino porque de otra forma no es posible llegar a resultado alguno. Uno no podrá conseguir nunca verde mezclando rosa y negro, por ejemplo, y para conseguir musicalidad en un poema precisa de una serie de condiciones (al menos, de alguna de ellas), como pueden ser la rima, el metro, la cadencia rítmica, el parelelismo ideográfico, etc...
Y por supuesto, escribir sonetos es algo complejo y, hacerlo bien, algo muy meritorio.
Y bueno, perdón por la intromisión...
Un silencio que no calla... así que tenga un dosier preparado, te lo paso.
Besotes a los dos.
30/06/09 01:06
De todas formas este sí que me lo llevo a mis favoritos.
Lo mejor que te he leído.
Te comentaré mas adelante. Ahora tengo que dormir.
Un besote.
30/06/09 02:06
Stochastic, a mi parecer, lo mejor de todo, es que lo hagas con métrica perfecta y que salgan con la misma espontaneidad, belleza y sentimiento como si fueran completamente libres.
Como los de Garcilaso de la Vega, S. Juan de la Cruz, Lope de vega y tantos otros.
¿Qué tengo yo, que mi amistad procuras?
¿Qué interés se te sigue, Jesús mío,
que a mi puerta, cubierto de rocío,
pasas las noches del invierno oscuras?
¡Oh, cuánto fueron mis entrañas duras,
pues no te abrí! ¡Qué extraño desvarío,
si de mi ingratitud el hielo frío
secó las llagas de tus plantas puras!
¡Cuántas veces el ángel me decía:
«Alma, asómate ahora a la ventana,
verás con cuánto amor llamar porfía»!
¡Y cuántas, hermosura soberana,
«Mañana le abriremos», respondía,
para lo mismo responder mañana!
Lope de Vega.
Como podéis ver, es un soneto de gran belleza.
Qué envidia.
30/06/09 02:06
Ese es, Mejorana, el tema. NO hay belleza mayor que la que otorga el dominio de la herramienta poética, ademas, avalado por siglos y siglos de escritura. Evidentemente, requiere mucho trabajo, mucho esfuerzo, mucho tesón, mucho conocimiento y mucha, pero mucha dedicación.
Fíjate, por ejemplo, en este soneto de Góngora, y en el recurso estilístico que utiliza(Correlación diseminativa-recolectiva: Es una figura de repetición compleja que consiste en repartir palabras a lo largo del poema para relacionarles todas juntas al final del mismo)
Mientras por competir con tu cabello...
Mientras por competir con tu cabello,
oro bruñido al sol relumbra en vano;
mientras con menosprecio en medio el llano
mira tu blanca frente el lilio bello;
mientras a cada labio, por cogello,
siguen más ojos que al clavel temprano;
y mientras triunfa con desdén lozano
del luciente cristal tu gentil cuello;
goza cuello, cabello, labio y frente,
antes que lo que fue en tu edad dorada
oro, lilio, clavel, cristal luciente,
no sólo en plata o vïola troncada
se vuelva, mas tú y ello juntamente
en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada.
Cada día que pasa, y según voy conociendo la herramienta y entiendo el porqué de los bellos resultados que esta produce, me gusta más y más la poesía.
Un beso a todos.
30/06/09 04:06
Has sido hasta el momento una gran profesora para nosotros EnlaBasílica y yo, como buen alumno que siempre he querido ser, me comprometo a que, en cuanto me envíes el dossier con la información y los secretos del soneto, me dedicaré a construir uno "con todas las de la Ley".
ES promesa.
30/06/09 08:06
recién me integro y este es el primer poema que leo. Detesto la métrica, pero tiene que existir pues ya se inventó. Me gustó el poema por eso me atrevo a comentarlo y si es o no soneto ¿cúal sería el cambio si ya está hecho?
16/07/09 08:07
Gracias por tus palabras Solimar. Para no pecar, ante los ojos de los puristas, digamos entonces que son sólo palabras con sentido...
19/07/09 07:07