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¿cuánto Vale una Rosa de Papel?

Como cada mañana se sentaba en el tranquillo de aquel bar cerrado mientras cantaba las canciones que él mismo componía. Y como cada mañana llegó la hora, él se quedaba perplejo mientras ella cruzaba la calle hasta la parada del autobús. Él se sentía feliz y se imaginaba su vida al lado de ella. Despertándose a su lado, mientras le besaba dulcemente el hombro hasta que ella despertara para decirle que la quería. Sabía que nunca llegaría a suceder realmente, sólo eran ilusiones de su mente. Pero tan fácil es soñar que él no dejaba de hacerlo y a veces incluso llegaba a parecer que era real. Todas las canciones que componía lo hacía pensando en ella y todo lo que le ofrecería si tuviera la oportunidad. Esos versos tan bellos hacía que la chica se fijara en él, mientras bajaba la calle y le sonreía. Aunque sólo eran minutos realmente eran profundos, como de una sola mirada pueden fluir tantos sentimientos. Era sólo un momento, sólo un momento en el que la Tierra dejaba de girar, y era el mundo el que giraba entorno de ellos.Poco sabía de ella, sólo que era una chica amable y solidaria. Quién siempre le llevaba algo caliente antes de seguir su camino. Tal vez ella sentía algo por él, no era ninguna estupidez, aunque no tuviera dinero ni posesiones. Pero si era un chico joven y de preciosos ojos azules, brillantes y más cuando era a ella a quien miraba. La última vez que la vió le dió una rosa de papel que él mismo había hecho con papel de plata, y cartón para el tallo. La pintó y quedó preciosa y real como una rosa recién cortada.Ella la admiró y luego le dió un dulce beso en la mejilla. A la mañana siguiente él no estaba allí, como cualquier otro día cantando canciones de un amor tan lleno.Ella sabía que no lo volvería a ver, ni allí, ni en ningún otro lugar. Dejó la rosa sobre el tranquillo de la puerta mientras miraba, incrédula, triste, hundida... Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde, pero más triste es cuando ni si quiera la vida te da la oportunidad.Él caminaba rápido, casi corriendo, tenía en la cabeza exactamente las palabras adecuadas, necesitaba decirselo. Ahora o nunca. De aquella calle vieja de piedrecitas le llamó la atención aquella rosa reposada sobre el tranquillo. La recogió, un bonito detalle a medida con lo que tenía que decir.Su hijo de tres años abrió la puerta. Él lo aupó y le dió dos besos en su mejilla.Su mujer no tardó en salir a la puerta, quien se quedó algo parada al verlo de nuevo allí después de decirle que no quería que volviera aparecer. Pero él no aceptaba un no por respuesta. Sentía la impotencia y la desesperación de todo lo que quería y lo únco que tenía terminara por desaparecer.Salió corriendo de allí mientras se escuchaba los sollozos de aquel niño junto a los pies de su madre.Ese muchacho siempre rondaba los alrededores del cementerio viejo. Cualquiera que lo conocía sabía las horas sobre las que frecuentaba por el lugar. Recogía de una vieja lápida, una rosa de papel que por su realismo le llamó la atención. Después de coger un poco más de veneno que pudiera recorrer sus venas. Volvió al bajo donde malvivía con su novia. Estaban muy enamorados, y a pesar de pasar todos los minutos de cada día juntos, sentía la necesidad de disponer de más y más tiempo que poder compartir. Cuando volvió su novia no despertó. Tendida en el colchón donde empezaron sus vidas y allí terminó. No podía dejar de culparse de algo que podía haber evitado. Ella siempre le decía que quería pasar el resto de su vida con él, llevar juntos a los hijos al colegio antes del trabajo, cenar todos juntos, pasar los domingos en el campo... Todos esos sueños que él había ignorado y que si quizás se los hubiera dado ella seguiría vivía. Ella siempre le decía que no tenía que tener grandes riquezas, ni si quiera poseer nada, que para conseguir lo que quería en este mundo bastaba con ser valiente. Dejaba su mirada perdida entre las hojas que eran mecidas por el viento. Necesitaba una respuesta, una señal, que le hiciera levantar del hoyo en el que estaba. Sentía que la vida había sido demasiado dura, que apenas ya quedaban fuerzas para levantarse.El viento le trajo algo que ya creía haber olvidado. Era una rosa de papel y la conocía bastante bien. Era la señal que necesitaba.Buscó a su novia y se disculpó. Se habían peleado e incluso le había levantado la mano. No quería convertirse en aquello que siempre había odiado. Por lo que no podía dejar de sentrise culpable. le dió la rosa que había recuperado después de tanto tiempo y le pidó que la guardara para que siempre que necesitara una señal observara la rosa. La madre de la chica observó aquella rosa como el primer día que la vió. Y que siempre había estado presente en su vida para tomar todas las decisiones antes de que fueran demasiado tarde.Como el conocer a su marido que apesar de su pasado como drogadicto no la cegó para ver todo lo que guardaba dentro. Pero su marido siempre fué el vlaiente de los dos, el que luchó por conseguir todo lo que tenían partiendo desde cero. Por eso siempre que iban al colegio a llevar a a sus hijos, las cenas familiares y todos esos domingos en el campo... Ninguno de los dos olvidaban dar gracias por todo lo que tenían.Y así son las mayorías de las cosas, todos esos pequeños detalles que no prestamos atención, detalles de una vida que se nos escapan de las manos. No sabemos valorar hasta que estarde ya. Saber que una rosa de papel que cualquiera puede poseer significa amor, conveniencia, engaño, oportunidad, felicidad, alegría, perdón....¿Cuántas más cosas hay en la vida que no le damos el valor que se merecen? Luego ya es tarde.
Violeta05 de junio de 2008

1 Comentarios

  • Aroint

    Felicidades por exte texto, bella mezcla de historias entrecruzadas, que giran alrededor de una simple de rosa de papel, pero rosa que contiene el alma de las historias que a vivido...de verdad que muy bueno.
    un beso

    08/06/08 09:06

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