La vida… El curso de la vida sigue, el reloj nunca se detiene aunque tú te quedes estancado en el mismo lugar, las manillas del reloj siempre se moverán segundo a segundo aunque tu cuerpo sea prisionero de tu mente y no tenga noción de la realidad.
¿De qué te sirve estar ahí sentado esperando a que te pasen las cosas buenas?
¿De qué te sirve quejarte todo el tiempo y no mover un un solo dedo para arreglar las cosas?
¿De qué te sirve maldecir, gritar, discutir, pelear, de que te sirve sacar todo lo malo de ti?
Dime, quiero que me respondas
¿ De que te sirve lastimarme de esa manera, de que te sirve ilusionarme prometiéndome un futuro juntos, cuando tu ni siquiera tienes motivos por que seguir, sueños por los que luchar? Me gustaría ser uno de tus motivos y de tus sueños… Pero no es asi, mi nombre en tu vida no llega más allá de las falsas promesas.
Te odio y te amo tanto, eres mi pasado más presente, eres alguien que quiero olvidar y no puedo olvidarte, cuando creo hacerlo siempre llegas, es como si tuvieras un radar que te digiera “Hey ella te está sacando de su corazón, no dejes que suceda y hazla sufrir”.
Estoy tan perturbada con tu mirada, soy adicta a tus labios, quiero dejar esto atrás, que este sea el punto final de esta novela y poder comenzar mi historia de “Felices para siempre”.
Solo te pido que me dejes olvidarte, te lo pido a ti y a tu recuerdo en mi cabeza, el hecho que tu no quieras seguir adelante no significa que yo me estanque contigo.

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1 Comentarios

• 

  Indigo

  Saludos!
  Filosofía para todos.
  

  24/08/12 09:08