Un pensamiento al aire por un campo de olivas, el viento lo lleva, le da bríos. El pensamiento surge sin achaques a los calores del día, enfrenta corrientes veloces de pensamientos precoces y modales salvajes. Los versos que escribo se difunden por el paisaje. Y el pensamiento flota al abrazo divino, sol de los soles, cielo de infinitos albores.
¿Cuántas penas carga el oxígeno al monte, al prado, entre delirios verdes y magias rosas?
El pensamiento aguarda su momento de quedar extinto, aguarda entre los humores de la cantina, las tardes al piano y la puerta abierta a la presencia bendita. El pensamiento surge sin temor a lo incierto ni a lo inaudito. Los versos que escribo se confunden con los cerros y los ríos.
Hacia mucho tiempo que no leia tus versos. Excelente.
Me ha gustado mucho.
Abrazo.