Tanto tiempo supe que ya me estaba muriendo. Tanto tiempo, que tiempo me dió de amanzar la muerte y convertirla en fantasías, sensaciones, meditaciones etéreas.

Cuando un patricio me explicó que la muerte nos lleva trabajando con tiempo. Que antes de llevarnos, nos roba lo que vemos y pensamos, lo que entendemos se lo lleva luego. Solo entonces, digo, empezé a fijarme con atención en los reflejos, que dejaron de vaciar, tan lento y continuo a no notarse, sus contenidos en mis ojos. Dejé de ver las aves, de oírlas. Se apagaron los olores de algunas frutas, los deseos. Se me oxidaron los dedos. Y a poco yo también fui desapareciendo.

Y hoy, ficticio y elemental, pienso que pasé por un mundo de moribundos y muertos. Hoy que permanezco y comienzo a recordar, que desde nacido, los hombres jamás me vieron.

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2 Comentarios

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  Mejorana

  
  
  Se o?a quejarse a un saxo mientras te le?a Abrahan.
  Gem?a entre tus versos como notas vac?as y l?nguidas.
  No se te oxidaron los dedos Abrahan, se fueron con la m?sica hacia un lugar desconocido.
  Ni se fueron los aromas.
  Se quedaron prendidos en tus notas.
  No pas? que no te vieron los hombres.
  Fu? que yo te sent?
  *
  

  14/03/09 07:03

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  Snakeiox

  este esta con madre abraham, me gusto un chingo

  22/01/10 08:01