Tu recuerdo me hace daño, tus palabras me hacen daño, tu amor me destrozó… y ahora aquí estoy bajo la lluvia, tratando de hallar lo que algún día fui, antes de ti. En un túnel cuyo final no alcanzo a vislumbrar.
Un día aprendí, que la vida son risas y llantos, distribuidos en segundos y en instantes que hacen de vivir una aventura, una incógnita… y ahora mismo sé que he tocado fondo. Una vez pierdes la cabeza, todo es posible, dejar tus decisiones en manos del corazón es un suicidio… antes me dejaba llevar, pero madurando he aprendido a usar más la cabeza y menos los latidos, el corazón late, no piensa, lección aprendida.
Y cuando salgas de mí, mis heridas se cerrarán, siempre llevaré la cicatriz de tus besos, y el aroma de tus caricias, pero pasará de ser castigo a recuerdo intrascendente.
El futuro es incierto, y la esperanza se encarga de llenarlo, pero no seamos incautos, iré paso a paso, cada día me importarás un poco menos y sonreiré un poco más.
Y de qué sirve mirar atrás, si aquella chica con la que soñaba no volverá, y espero no convertir la melancolía en rencor… pero a veces me cuesta resistirme.
Si alguien tiene una idea mejor que seguir adelante, que me lo haga saber, pero no se me ocurre nada mejor… me he parado en esta parte del camino, pero he levantado la cabeza y he visto todo lo que me queda por recorrer… asusta e incentiva por igual ¿quién dijo miedo? Vivamos.
