Entre primavera y primavera esnifó el invierno, y éste congeló sus venas, fue viendo como las rosas se marchitaban y las emociones emigraban en busca del calor de los bares. Y se cansó de la dulzura, exhausto de tanto sonreír, prefirió mudar la piel y hacerla coraza. Rompió las cadenas, cadenas que eran amor, amor que ahora repugna, como ese 14 de febrero que provoca picores en la nuca por sentirse tan cercano en la lejanía. Sus manos acostumbraban a acariciar mejillas que al instante se enrojecían, ahora esas manos golpean vilmente cualquier indicio llamado ‘dolor’ y apodado ‘sentir’. Entiende que el querer no es un problema, pero tampoco una solución, prefiere ser nómada entre luces intermitentes, como intermitentes son los labios. Y si escupe al suelo es porque pesa la saliva, pues regalar oídos agota la elocuencia y el poner zapatos que no encajan raspa las rodillas. No trata de ganar la partida, tan sólo hacerla eterna, prefiere ser posible ganador a perdedor camuflado. Ya que la felicidad es inodora, por qué empeñarse en que huela a rosas, y siendo incolora qué mas dará imaginarla rosa o gris…

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2 Comentarios

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  Leox

  Y es que el amor se confunde, se estropea o simplemente se tiñe de vanidades, euforia, pasión o simplemente en dolores que mutilan el espíritu. Febrero es un mes de depresión y lucha afectiva para muchos, ya que se les bombardea de imágenes de amor que rayan en lo perfecto, cuando su realidad les muestra el caos que el amor puede propagar.
  
  Bienaventurado quien en esos tiempos tenga a alguien a su lado , para adolecer amor o para el total ágape. Desfavorecidos quienes por su burlesca vida se encuentren totalmente solos en mente y cuerpo.
  
  Saludo cordial
  att Leonardo Belloc Aguilar

  02/02/13 10:02

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  Adrielegance

  Toda la razón. Saludos!

  03/02/13 03:02