No te he señalado en el mapa las piedras con las que tropecé, te las he dejado grabadas en la memoria, junto al arrepentimiento. Créeme cuando te digo que la victoria sabe mejor cuando la obtienes desde el suelo. Si tú eres tú es porque yo no dejé de ser yo. Aléjate de los prejuicios y acércate a los espejos, observarás que los lunares permanecen intactos, pero que las penas dejaron líneas de expresión. Intenta que las dudas sólo te pillen de refilón y agarra las certezas con el puño bien cerrado. Y cuando te preguntes algo no apuntes al pecho apunta a la cabeza. No agaches la mirada, sólo en caso de perderte para preguntarle a tu sombra por dónde viniste. Que tus noches no se ahoguen en vasos tan transparentes como vacíos. No pises tus principios aunque estén bajo una alfombra roja o dentro de una bolsa con el signo del dólar. Trata de ser sincero aun cuando no digas la verdad. Besa a mil princesas pero sólo a una rana. No corras por prisa, corre por llegar lejos. No te muestres al completo, deja que te desnuden. Ríete del amor hasta que te haga llorar. Supongo que lo que te queda no es fácil, pero si fallas que sea por error, no por pereza, aprende a equivocarte y recuerda olvidar.
