Impotencia. Y ganas de gritarle al mundo. De llorar. De quedarte sola. De caminar sin rumbo. A algún sitio. Como dice mi amigo Arturo, seguir una recta de esas de Almadén, de esas que no terminan.. que se ven el principio pero no el final. Y caminar. Y pensar. Pensar en aquello que pudiste hacer y que ya no puedes porque se te pasó el tiempo. Porque ya no estás allí.. en ese momento, en ese instante..
Sabes? Lo peor que puedes hacer es no aprovechar los momentos que te da la vida. Porque una vez pasados.. ya no vuelven. Y eso es lo que después te hace pensar.. pude, pero ya no puedo. Podría haberle visto, pero no le vi.
Son cosas, cosas de la vida, en la que después te quedas con la intriga de cómo hubiera sido si.. lo hubieras echo, en cómo habrías reaccionado o simplemente en como lo pasarías.
Mas de una vez me lo he dicho a mi misma, aprovecha cada segundo, pero hay veces en que es inevitable quedarte pensando en que hacer, si un camino o si otro, si sí o si no, si me quedo o me voy..