Anoche estuve en Londres
acompañado de curvas y copas.
Buen lugar para descansar es el templo
donde ya estuvo antes que yo la deidad
de los meses incompletos.
Anoche me creí el más fuerte
de todos los hombres irresponsables;
todo fue ese sueño, anoche, con ron,
whiskey y retos imposibles.
En aquel rincón mostraba su pipa
J.V.F.
Extraño y extenuado
fumaba la metafísica del hombre
bueno y contento.
Ahora su vacío
solamente es destacada ausencia
londinense.
