CrÍmenes AnÓmalos
Yo no sé escribir
dolores de mentecatos;
como mucho disipo las flores
con un revólver
y enseguida subsisto dormido
ante los enterramientos
del vago amanecer.
Yo no sé y ellos no saben
Leo la oda de un cadáver cualquiera
y mastico la zapatilla de un misántropo.
Desconozco dónde diablos
habita la dignidad
de la que se enorgullecen
los rimadores post modernos,
ésos a los que la crítica enaltece
sin tener en cuenta
sus crímenes anómalos.