El escarnio amaestró su ira
cuando las olas del remordimiento
resolvieron remover la conciencia
del perpetuo universo.
Dudo que las emociones lleguen a ser
homogéneos;
es difícil escuchar una palabra sincera
cuando el ganado mercadea
con los pilares de la equidad.
Yo amaestré mi ira en el momento
en que la proyectil entró por el tragaluz
e hizo volar por los aires
mi insolencia vital.