Llegaste a mi vida en un chasquido de dedos desordenaste mis pensamientos y el ritmo de corazón, me provocaste ansias de saber mas de ti me robaste horas de mi sueño, por momento sentí que me aislaba de todo y todos pensando que te iba decir que me responderías, el reloj del tiempo era lento en esperarte y cuando tenia tu atención solo para mis ojos ese reloj corría tan rápido que no quería verte partir hasta la próxima vez, sola una semana nos conocimos, confesamos secretos y destapamos ese corazón rojo agitado uno al otro. De solo poder verte cambiabas mi pulso cardiaco haciéndome sentir un calor que recorría mi cuerpo, viví esta relación sin nombre y sin llegarme a cuestionar que me pasaba solo quería seguir involucrado a ti.
Llega ese último día que compone una semana y con una sola llamada me dices adiós, no me escribas mas, dejándome sin aliento sin poder responder nada y mucho menos entender, ese chasquido de dedos sonó nuevamente y esta vez para nunca mas saber de ti, días siguiente me sentí pésimo porque no pude conseguir las respuestas que mi mente auto preguntaba, solo le respondí a cada interrogación adios adios adios. Sin encontrarle sentido a esa palabra.
