Una tormenta de colores, un viento que vuela hasta los suspiros
Frágil como el tiempo, cierto y tan cierto como la mentira
Se abre el cielo, se caen las migas del mantel
El hilito que se alarga sobre tus mejillas cuando bostezas
Tu vocecita que se escucha apenas en un estruendo de palabras
Sumergidas en los pensamientos del que te piensa, escribe y respira
¡abran fuego!
En el papel escondido entre tus cosas, me deshago entero
En un te amo aunque sin eco
Créeme.
Aunque no se entienda.