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El Reflejo

Eran las 11 de la noche, sentado en mi sillón favorito, acariciando mi vaso de whisky. Donde era invadido por la melancolía de una vida llena de momentos tristes y felices. Siento un escalofrió que eriza mi piel, donde decido husmear mis ventanales, notando que estaba todo cerrado y con el clima cálido en cualquier lugar de mi hogar.
Luego de mucho pensar, llenándome la boca de bostezos, decido irme a dormir. Mientras mi cuerpo reclamaba dormirse, es mi cerebro quien no me deja, quien se imagina la vida perfecta, escucho un golpe dentro de mi casa, como si un bulto se cayera en mi piso.
- ¿Quién anda ahí? –grite-
Sin tener una respuesta, decido agarrar un arma vieja que era de mi padre, intentando por lo menos asustar al individuo o animal que invadió mi casa y mi privacidad, realmente no podía creerlo no encontré a nadie en mi casa, pude jurar que escuche algo.
Al día siguiente, me levanto con mucho dolor de cabeza, y mareos. Al caminar sobre mi living encuentro todo desplomado, sillones desgarrados, muebles totalmente destruidos.
- ¿Pero qué paso aquí? ¡Me han robado y no escuche absolutamente nada!
Decido rápidamente llamar y hacer la denuncia a la policía,
- Discúlpeme oficial, ¡pero me han robado!, ¡me destruyeron objetos personales!
- ¿Estaba en su casa cuando sucedió el hecho? ¿Pudo ver algo en el momento del robo?
- Si, me encontraba durmiendo en mi casa, solo escuche un mínimo ruido que al revisar no encontré nada, por ende decidí acostarme de nuevo. Ahora que lo pienso no revise mi garage, posiblemente el ladrón se escondió allí mientras hacia el chequeo.
- Posiblemente, - Dijo el policía –
- Dejaremos un patrullero merodeando la manzana, es lo que puedo hacer… por este tipo de casos.
- ¡Muchas gracias oficial! , en caso de tener algún incidente le daré aviso al instante.
- Por favor, le pido que tenga cuidado y este alerta ante cualquiera movimiento raro.
- Que tenga un buen día – Dijo el policía.
Al finalizar la llamada, decido ponerme a ordenar los daños y tirar lo que ya no servía. Lo que me parecía extraño que los objetos de valor estaban intactos, por ende asumí que fue alguien que no le caía muy bien.
Luego de mi desayuno, encaro mi día laboral como cualquier persona normal que cumple con sus responsabilidades. Conduciendo a mí trabajo por la Avenida Lines, siento un golpe sobre mi cuello, como una bofetada. Frene el auto a un costado de la calle, gire el cuello tembloroso y sudando pero no había nadie. Esto ya me parecía muy extraño, no podía creer las cosas que me estaban sucediendo. Decidí llamar a mi trabajo y pedir ese día, necesitaba un descanso, o hablar con alguien que me explique por qué me estaban sucediendo estas cosas.
- ¿Me estaré volviendo loco? ,
Regresando a mi casa me invade la idea de pasar por una espiritista a contarle las cosas que me estaban atormentando. Lo único que tuve de dicha reunión fue descontar 200 $ de mi billetera, una estafa
Recién llegado a mí casa, decido lavarme la cara con agua bien fría, despabilarme un poco por lo menos. Al mirarme al espejo veo que tengo la cara lastimada, tenía sangre en mi camisa, como si estuve peleando con alguien. Derrotado por los hechos decido acostarme en el baño, como esperando que algo malo vuelva a sucederme. Sin darme cuenta me quede dormido en mi baño, el sol estaba en lo más alto. Lo primero que hice fue mirarme la cara, y la ropa. Nada… Estaba limpio, posiblemente soñé todo, ya no se qué pensar, no sé cuál es la realidad y que no, lo único que sé es que hay algo que está intentando asustarme. Por lo que me puse a investigar en mis alrededores, con mis vecinos.
- Hola Laura, ¿como estas? – Dije –
- Hola John, que sorpresa. ¿Qué estas necesitando?
- Emm… no sé cómo explicarlo…
- John, somos vecinos hace años, cuéntame por favor. ¿Qué sucede?
- Laura, ¿Notaste cosas extrañas últimamente en tu casa?
- No, la verdad que no… ¿Cómo qué?
- Últimamente estoy sintiendo cosas raras en mi casa, hace 3 días alguien en la noche ingreso a mi casa y destruyo todos mis muebles, pero no pude ver nada y las cosas de valor las tengo intactas, tengo visiones que me veo lastimado y después estoy bien. El otro día manejando hacia mi trabajo, siento un golpe en el cuello pero no había nadie.
- No sé qué decirte John, deberías consultar con un profesional.
- Claro… ¿con un Psiquiatra no? … Gracias Laura agradezco por tu ayuda.
- Que tengas un buen día.
Cruce hacia mi casa nuevamente, exhausto. En donde decido cenar algo, aunque no tenía hambre realmente. Mientras comía, siento que me golpean la puerta fuertemente.
- ¿Quién es?
- John, abra la puerta por favor, soy el oficial James,
- Si, como no oficial, ¿Pudo encontrar el que me intento robar?
- John, queda bajo arresto, por 5 homicidios registrados en la zona, tiene derecho a permanecer callado, todo lo que diga podrá ser usado en su contra en un tribunal, tiene derecho a tener un abogado, si no puede pagar uno, se le designara uno.
- Oficial, ¡esto tiene que ser un error!
- John, no lo haga más difícil y entre al patrullero por favor.
25 de Febrero del 1995, como olvidar esa fecha. Hoy se cumplen 15 años que estoy en un instituto mental.
Si… después que tuve que afrontar mi juicio, y hacer cosas raras en mi celda. Los médicos me diagnosticaron. “El trastorno de identidad disociativo” tengo doble personalidad, por ende mi segundo yo, fue quien actuó de forma extraña en mi casa y cometió los asesinatos, sin darme cuenta de nada.
A veces la mente te juega una mala pasada.


FIN
Alp201511 de noviembre de 2015

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