Me hieren profundamente y por más que quiera no puedo parar, pueden ser de fuego al igual que pueden ser de cristal.
Me queman todo mi ser y cortan mi inocencia... Se volvieron arma letal.
Son ríos los que brotan desde mi corazón, de aguas oscuras y turbulentas.
Fui una estrella a la que se le acabo el brillo; mis noches mi tormento, mis días mi infierno.
Me desmorono al limpiar esta tristeza que brota por mis ojos y mis lamentos se vuelven eco.