Siempre espere por ti, entre mares de recuerdo
Entre arenas y sal mis pies andaban descalzos
Desnudo mi corazón herido de ausencia
Gritaba dentro de mí tu nombre, frente a la orilla
Imaginando que las olas te traerían a mi puerto
Pero el mar no estaba en calma, todo era tempestad
El recebo fiel testigo de esta profunda soledad
Que me quema en los adentros y me hiere sin cesar
El viento seca mis lágrimas, mi alma te añora
La arena cobija mis dedos, mis manos te extrañan
Mis ojos se pierden en crepúsculos penosos
Para hacer llegar a ti el mejor de mis abrazos
Las gaviotas a su paso, te hacen saber mi añoranza
Llevan junto a su vuelo sentimientos de mi ser
Envuelto entre las caracolas en cada una beso
Y en cada roce se llevan parte de mí para ti.
Namari-Alumine