Gatos, miradlos,
los mimos, las ronroneos,
maullidos deliciosos,
apaciguadores del alma
Siente, su cuerpo,
frotarse contra el tuyo,
como aquellas caricias sacramentales,
que alguna vez nos dimos.
Acarícialos, siente su pelaje,
el recostarse en tu regazo,
como aquellas noches tranquilas,
que alguna vez tuvimos.
Pero ya no más,
se fue indómito,
libre, se fue,
igual que tú, te fuiste.
Espero, volver a ver,
a esos gatos en mi ventana
cantando a la luna,
como yo le canté a tu corazón.