Eterna Contradicción.
No hay nada más complicado que vivir en la eterna contradicción de tus miedos.
Como querer robarle el compromiso a un infiel, o volver a buscar la inspiración entre los pinceles de un pintor retirado.
Algo así como ir a terapia a declarar que nunca dejarás de beber o entregar una carta al amor de tu vida en la que no se escribe nada.
Dormir entre tus vaivenes como si fuesen sogas cogidas con fuerza a cada uno de tus órganos vitales.
Como el mutilado de guerra que sigue sintiendo el miembro amputado; como aquellos que acuden a la Iglesia los domingos y el resto de la semana forman parte de una asociación neonazi.
Como si la vida sólo fuese un complemento de la muerte. La antesala de la trama final.
Que la misma bala que te vuela el corazón, te hace abrir las piernas; que las mismas manos que te arañan los días, te arañan la espalda, y eso ya no puede sonar tan mal.
Como hacer el amor con tu amante y follar con tu mujer; algo así como enloquecer en silencio y pareciendo tan cuerda que el día que desaparezcas tus vecinos digan en directo: "sólo era una chica normal".
Dime si alguna vez has pedido disculpas mientras te repetías a ti misma que lo harías una y otra vez, es más, si alguna vez las disculpas iban para ti misma mientras tu cabeza no hacía más que gritarte: mentirosa, mentirosa, mentirosa.
Pero no todas las mentiras saben a sal; algunas son tan dulces, y se mueven con el contoneo de una verdad universal.
Como que te quiero tanto y tan bien de lejos, peinado de sueño y vestido de eternidad, que me asusta que te acerques; como que te quiero tanto y tan bien pero estas tan lejos que todos los días sueño que te acercas y me regalas la eternidad.
Vivir entre tus contradicciones que calzan un cuarenta y dos y se entienden de maravilla con mis faldas; que saben como marcarle el camino a mis tacones y de que manera hacer que deje de importarme no llevar el pintalabios rojo en el bolso.
Tienes ojos en la yema de cada uno de tus dedos, y cuando me tocas, me miras adentro; me sacas de paseo y con correa a mis defectos y te follas hasta el alma a mis virtudes; caminas por mis fracasos con la tranquilidad de quien ha comprado todo aquello en propiedad.
Eres un orgasmo emocional.
¿Qué piensas cuando no me piensas? ¿A dónde miras cuando no me miras? ¿Qué deseas cuando no me deseas?
Y prefiero que no me respondas, pero si lo haces, dimelo tan suavito que me dejes imaginar que lo he soñado.
Prométeme que has intentado olvidarme mientras me recordabas y burlabas a todos esas teorías de que en unos cuantos años ya no recuerdas la boca que te recorría, ni se apoderan de ti los planes sobre un futuro compartido.
Reta al destino, y conviértete en su peor pesadilla luchando por algo que trata que des por imposible; no te dejes engatusar por otras salivas, que ninguna, salvo la mía, va a curarte heridas.
Y tienes que creerme.
Confiésame en cuantos polvos te has olvidado el condón, mientras me susurras que los quieres con mis ojos; y mírame, que a mis pupilas sólo le hacen falta tus miradas para entender la inercia vital.
Y es que puede que sea(mos) una eterna contradicción, una declaración de movimiento dentro del corazón de un paralítico emocional, pero la verdad es que nunca ha olido tan bien el mar como desde tu ventana y nunca el café ha estado tan bueno como de tu boca.
Hay tormentas en tus decisiones y diluvios universales en tus ausencias; que detesto oler tu perfume en otra piel y que no pienso pedir perdón cuando afirmo que si te vas, te condenen a dedicarme todas tus dudas, tus borracheras, tus "que hubiese pasado si..", y tus pastillas para dormir.
Pero lo cierto es que no se donde guardo los vestidos si la cita no es contigo, y para eso, no hay contradicción posible.
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Luia
Contradicciones humanas donde el sentir ambula y la pesadumbre confunde.
¡Felicidad, hermosa!
Lu
31/12/14 06:12
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Indigo
Una acuarela de fortalezas y debilidades que se aferran en nuestro andar, que impactan flotando invariables en el tiempo, de existencias en existencias de los o las amantes habidas. Has personalizado buena parte del comportamiento humano con tu característico verbo.
Un beso!
07/01/15 03:01
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Lumino
Hacía tiempo que no leía nada tuyo. Me encanta volver y encontrarte.
Saludos.
30/01/15 10:01
