De Ninguna Parte
-Para ser todo en ese tamaño y esa medida- Dijo LÃa sin creérselo ella misma mirando como todo a su alrededor era inmenso.
-Por Dios, no seas negativa.- Se quejó Joy mientras pateaba con fuerza una piedrecilla suelta que rodo hasta su zapato. – En la vida no todo puede ser como tú quieres, además, recuerda que ni siquiera deberÃamos estar aquÃ. Si madre se entera nos hará encerrar en un salero por el resto de nuestras muy largas, y te recuerdo, muy largas vidas.
Se llamaban asà mismo hermanos, aunque en el Reino de las Hadas algo como eso no era estrictamente cierto. Ambos habÃan nacido de la misma chispa, al igual que otros cien, pero ellos se habÃan apegado el uno al otro desde el principio.
Cuando LÃa abrió los ojos, la primera cosa que vio fue la pequeña carita de Joy, un chico de ojos azules, cabellos negros largos hasta los hombros y cuerpo alto y fuerte como un junco. Bueno, en realidad un junco pequeño, de no más de diez centÃmetros. Ella misma era solo dos centÃmetros más bajita, de ojos verdes y cabello largo de color fuego, pero no menos alegre y aventurera que su compañero, eso era algo comprobado.
HabÃan entrado sin permiso, a hurtadillas, hasta el salón de trono de la Reina Madre. El lugar estaba vacÃo, ya que todos disfrutaban de las diversiones que la primavera habÃa traÃdo después del cortÃsimo invierno que solo duraba un mes. Con cuidado sus pequeños piecitos caminaron por el marmolado piso blanco, mitad dando saltitos, mitad volando. Los guardias, dos viejos y malhumorados duendes dormÃan recostadas las cabezas uno contra el otro. No se podÃa saber cuál de los dos podrÃa ser el más feo.
Con mil cuidados habÃan llegado hasta el gran espejo cubierto por cortinas que se escondÃa detrás el trono. Al verlo sus inocentes ojos se abrieron maravillados, era aún más hermoso de cómo lo habÃan imaginado. Una superficie tan alta como la enorme pared, su marco era de plata blanca labrada con miles de pequeñas figuras entrelazadas, formas de hadas, duendes, flores y otras criaturas mágicas conformaban aquella monumental obra.
Como era de esperarse, ambos no pudieron con la tentación de tocar aquella superficie que reflejaba sus imágenes, como si fuera el cristal del lago cuando dormÃa. No lo habÃan terminado de posar su mano en él, cuando habÃan aparecido allÃ, en medio de quién sabe dónde.
En su mundo era apenas la hora de almuerzo, allà ya era el ocaso. El sol daba celajes rojos contra las nubes.
Joy era bastante lanzado, pero esto empezaba a salirse de lo que serÃa una sana aventura.
-¿Ves alguna manera de volver?- Le pregunto cauteloso a LÃa, no querÃa asustarla, por eso hablo con un tono ligero, como de a broma.
Ella lo miraba con sus grandes ojos verdes muy abiertos, sentadita sobre una roca negra parecÃa una estrella en un cielo sin luna.
-La verdad no- Hablo sin poder evitar un temblor en la voz.
Ambos se miraron preocupados, Joy de un saltito llego hasta su hermana, sentándose junto a ella la abrazó para reconfortarla.
-¡Tengo miedo!- Susurro LÃa en su oÃdo.
El solo la abrazó más fuerte. ¿qué más podÃa hacer por ella?
-¿Y estos niños de donde han salido?- Pregunto la trabajadora social al ver a los dos pequeñines que abrazados en la camilla del hospital luchaban por no ser separados.
-Del mismo lugar que todos, supongo.- Hablo la enfermera sin poder aplacar cierto gesto triste, que delataba que aún no se habÃa acostumbrado a ese tipo de cosas.
-¿Quizás tengas razón?- Hablo la dama mientras tomaba unos apuntes en su tabla.- Todos vienen del mismo lugar, ninguna parte.
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Laredacción
Original, exótico y bonito. Me gusta.
Un saludo.
Esteban.
12/10/11 02:10
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Anatema
Gracias ESTEBAN! A veces hay que ponerle mañana a la vida... Contarlas mismas cosas, de un modo diferente.
12/10/11 02:10
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Albasilencio
un relato enternecedor, un tema que ineteresa, los niños y la pregunta: "estos niños de donde han salido " todo un compendio de respuestas que no llegan. muy bueno, un saludo.
12/10/11 06:10
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Norah
Hablo la dama mientras tomaba unos apuntes en su tabla.- Todos vienen del mismo lugar, ninguna parte…lúdico, Joy jugar, muy bueno.Cariños
12/10/11 07:10
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Anatema
Me alegra ALBASILENCIO haber podido comunicarte mi sentir. Debe ser preocupación de todos "los hijos de nadie", porque en realidad son hijos de todos.
12/10/11 09:10
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Anatema
Me es profundamente grato saber que mi escrito te ha gustado, tu opinión es muy importante para mÃ, por esto cuando creas necesario darme una aportación para lograr que mejore mi trabajo, házmela saber.
12/10/11 09:10
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Buitrago
Muy lindo, son este tipo de lecturas las que una por semana deberian estar obligadas, para bajarnos los humos y quitarnos de encima ciertas tonterias
un saludo
Antonio
13/10/11 09:10
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Indigo
Antema, me llevastes a ese lindo mundo interior que posees, es provechoso leerte.
Mis saludos amiga.
13/10/11 01:10
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Anatema
Me alegra haberme hecho a entender Antonio, en ocasiones olvidamos que hay cosas cotidianas, que por ser algo "normal", no es menos terrible.
13/10/11 05:10
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Anatema
Gracias Indigo, siempre sabes ver dentro de mi corazón. Besos.
13/10/11 05:10