Dígame alguien porque estoy llorando.
El amor crece en mi corazón,
sube y se entrelaza como la hiedra.
Sangre y lágrimas destila,
sus caricias convertidas en silencios.
Pesa el amor como una piedra,
me ahoga el alma y me hace gritar.
Es amor lo que la vida carcome,
Es amor lo que debo callar.
Las manos se buscan en la oscuridad,
sus besos negando me encuentran,
guarda el secreto la raíz y el alba.
Mi cara escondida en el espejo,
negando la verdad del ser.
Reflejo fiel de lo que otros miran,
negación del pecado al amanecer.