Eternos niños
que gozáis de eterna juventud
aunque sin el egoísmo
que solo los hombres entienden,
para transmitirla a esas almas
que ya en la vejez o no, la pierden.
Estrofa dedicada a nuestros fieles amigos los perros y otros animales, los cuales sin tener nada dan todo su interior para nosotros, siendo nuestra raza capaz de hacerles sufrir por diversión.