Siento el frío golpear el rastro de agua en mi cara...
¿Se acabo? Supongo que si. En algún momento se iba a quedar sin oxigeno la débil vela que encendía mi oscuridad y lentamente también quemaba mi oscuro cuarto. En algún momento se tenia que acabar la esperanza de la vida en el paraíso, lo que no se acaba es el triste delirio dentro de mi que lamenta cada momento que desee alcanzar lo inalcanzable... Ese momento donde decidí volar demasiado cerca al sol y ahora, con las alas quemadas, solo puedo ver la inevitable caída.
Tener la esperanza de un milagro sería seguir engañándome y seguir delirando entre mi eterna demencia. Pero en mi demencia se que este fue el poema mas hermoso que nunca llegué a escribir, el amor más puro en mucho tiempo que nunca llegaré a obtener... Supongo que es parte de mi redención por uno haber sido lo suficientemente bueno para la gente que si tenia esperanzas en mi.
Lo que quema es la indiferencia junto con la impotencia de no poder actuar, simplemente estar obligado a gritar desesperadamente por salvar aquel sueño que agoniza delante de mis ojos... Que se desvanece lentamente mientras el viento le silba llevándose su alma con ella.
En un pestañear creí reinar sobre un corazón conquistado, en otro pestañear me dí cuenta de lo idiota que había sido... Todo este tiempo había sido yo el conquistado sin haberme dado cuenta y en el ultimo pestañeo las lagrimas huían de un delirante y demente cuerpo que había perdido la poca cordura que le quedaba.
Me hace sonreír el delirio de poder haber estado contigo apesar de su fantasía... Pero el final de mi realidad me hace llorar sonriendo, sin duda, eres el cuento mas hermoso que nunca me han leído.
