Me gusta leerte, y mucho. Tal vez sea empatía o la necesidad de escuchar aquello que me rehúso a aceptar. Yo he fallado muchas veces, y aunque no lo desee creo que lo seguiré haciendo, no deliberadamente; lo prometo. Sin embargo, creo que algo he aprendido de mis errores y aunque hoy no tenga con quien compartir los logros, sigo creyendo que en algún momento llegará. En lo que sí difiero es en que yo no tengo intenciones de acostumbrarme a la soledad y estoy dispuesto a dejar ese sentimiento, a cualquier costo. Y sí, es cierto que las lecciones son duras, pero al igual que el fuego templa el metal, el dolor nos hará más fuertes y una vez forjados podremos dar y recibir un amor sin igual. Saludos y un enorme abrazo!
me encanta.