Me tendió la mano blanca,
blanca espada de dedos filiformes y apuntándome.
Me dijo: " eres mi amigo ".
Y yo se lo agradecí eternamente,
en un momento en el que la soledad me cerraba todos los caminos.
Y agradecí a aquella mano blanca que estrechase sus dedos junto a los míos.
Y agradecí a aquellos labios rojo carmesí que no dudasen en fundirse a mis pálidos labios;
pálidos y fríos.
¡ Sí !, me tendió la mano blanca y yo a cambio le entregue la mía;
blanca espada de dedos filiformes y apuntándola.
¡ Sí !, me ofreció los labios para saciar mi sed de amor,
y yo le regale los míos;
mis pálidos labios y fríos.
¡ Sí !, me entregó su alma y yo le regalé la mía.
muy bueno...me gusto!!!
saludos