Ella me regala sus sonrisas,
sus ojos,
sus miradas tiernas.
Labios de seda,
manos,
caricias de nubes.
Ella me envuelve,
en sus silencios,
vela mis sueños,
noches robadas que nunca
regresarán.
Peina mis canas
con manos de humo,
seca mis llantos,
ahora eternos,
con esa mirada
que me hace sonreír.