Sin esos besos suaves.
Sin esas caricias de terciopelo.
Sin tus susurros.
Sin tus risas.
Sin tus gestos.
Sin tus abrazos.
Sin tus silencios.
Sin ti,
me sobra la vida,
por que me faltas,
Tú.
Mi último pensamiento en este día es para ti mi querido amigo, compañero de viaje de tantos años.
No dejes de escribir nunca, cada vez que te veo aquí, me digo a mi mismo que yo también tengo un sitio.
Con cariño:
Pol.