Sueño con el dibujo de tu espalda
que terminaba en aquella gran cola,
enorme, carnosa, maravilloso objeto del deseo.
Sueño con tus besos humedos de amor
cuando te montaba por detrás
y me pedias que no parara.
Tu boquita diciendo
-la quiero por el culo, ya.
Tu perfume de sudores y flujo.
Tus ojitos perdidos en la pared
y en mi mirada.
Asi te sueño y no puedo
siquiera masturbarme.
Es demasiada la tristeza que me embarga.
-No s? qu? decirte.
-No me digas nada
-Y qu? quieres ?pensar que no te leo ?
-Pero si yo no he dicho nada
- Me gustar?a lo mismo, pero de otra manera. Como la elegancia que no se nota.
-Las mujeres siempre estais igual.
- Vale.