Ellos agitaban
Ni yanquis, ni marxistas, peronistas
Muchachos morochos y fornidos
Del CdO y la jotaperra.
Arrojando piedras, palos y balas
a los de la otra columna Montonera
Que reclamaba a Perón
la Patria socialista.
Perón mientras tanto aclaraba,
Los peronistas parece que se pelean
En realidad se reproducen como gatos.
Pero los gatos salvajes de la derecha
Se devoraban a los de la izquierda.
Formaban la Triple A y las bandas
De la burocracia sindical
Que a cadenazos y metralla limpia
Querían acallar los conflictos obreros
Contra el Pacto Social.
Los gatos de la orga en cambio
Jugaban a los pistoleros del ejército popular,
pensando que el general estaba cercado
Por el Brujo López Rega
y la Isabel Martínez
coreándole al viejo
Ay que boludos, ay que boludos,
nos gobiernan una puta, un Brujo y un cornudo.
Y el hombre del destino
peinado a la gomina
con su sonrisa gardeliana
Llamaba a hacer tronar el escarmiento
contra los estupidos, imberbes
que pensaban que el movimiento
tenia que adoptar un rumbo revolucionario
contra el imperialismo y la oligarquía.
Los bienpensantes reclamaban cordura
citando al genio y gorila de Borges:
no son ni buenos, ni malos,
son incorregibles.
La gloriosa jotapé que había hecho
de Perón un mito
y de la burguesía nacional un aliado,
cumplía su papel de gato reproductor
corriendo a cadenazos
a los muchachos de la izquierda
que con lucidez les decían
Perón evita la patria socialista.
Admirable, amigo
Los sorprendente, no es que logres hacer poesía con estos temas; lo sorprendente es la forma en que lo haces. Otros escritores te aburren, tú, lo haces interesante.