Un goteo interminable
de lagrimas
y pis.
Borrachos
sedientos
hambrientos,
violentos como el mar
contra las rocas.
La tormenta de las penas
Y el frío sol del amor.
El mediodía de las esperanzas
después de la oscura
noche del sexo.
Amantes
sanguinarios
haciendo abrigo con la piel
y fuego con los huesos
del otro.
El ombligo
es un diamante en bruto,
la belleza,
una convulsión,
la estupidez inmensa
como un gigantesco mar,
gran pecera de siliconas.
Lo encuentro muy triste y angustiado Ateo.
También existen las glándulas de verdad y los amores sinceros.
Honestos, furiosos, limpios como la nácar, que dicen en mi pueblo.
Amores puros, dignos de ser amados y dignificados con nuestra propia dignidad.
Y la materia orgánica se devuelve a la tierra para que vuelva a ser purificada.
Lo que más me gusta de tu poesía es que nunca nos deja indiferente.
Qe no aburre.
Y eso es estupendo.
No me gusta que me dejen con la palabra en la boca.
Te echaba de menos.