es una sombra que me acompaña en los sueños y las noches
solitarias;
los dedos son pequeñas sanguijuelas
devorando mis entrañas
-ay de mí, que no soy prometeo-
las pisadas ya no son frescas
el agua
las ha borrado
de la arena;
la carne es un privilegio,
el vino es un privilegio, las sabanas limpias y
las cremas para las hemorroides son privilegios,
-y a esta altura, también el tiempo-
la verdad es una incógnita
un privilegio
con el cual no contamos.
es el olvido
una patria imposible.
Buena poesía mis saludos